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Benedicto XVI

Los dos muros

Particularmente significativa resultó la aparición del Papa Benedicto XVI en el muro de las Lamentaciones en la ciudad santa de Jerusalén, el martes 12 de mayo por la mañana, durante su viaje a Tierra Santa que ha tenido lugar del 8 al 15. Todas las miradas estaban sobre él cuando cruzó la puerta de San Esteban para descender al muro occidental de Jerusalén y colocarse frente al único vestigio del que fuera el gran templo, luego lo tocó y después introdujo un papel, con una oración escrita, en una de las hendiduras. Lo que ese documento dice es lo siguiente:

¡Gracias, Santo Padre!

En un país de América Latina, una médico, ginecóloga, premiada como la mejor médico del país por el gobierno de su nación, ha dedicado parte de su vida profesional a impartir un programa de educación afectiva y sexual a adolescentes y jóvenes. Es un programa con una duración de seis meses, y un trabajo semanal a lo largo de ese período. 

El Papa tiene razón

El uso del preservativo, para controlar la extensión del sida, a priori y como solución recomendable en todos los casos, me parece desproporcionado y contraproducente. El querer imponer, a la fuerza, el recurso contraceptivo, para contrarrestar las consecuencias de un ‘uso’ irresponsable de la sexualidad, me parece arbitrario y relativista 

A Tierra Santa

El primero domingo de mayo, durante el rezo del Regina Coeli desde la ventana de su despacho particular, Benedicto XVI pidió rezar por su viaje a Tierra Santa del 8 al 15 de mayo. “Con mi visita quiero confirmar y alentar -dijo- a los cristianos que viven allí y que deben afrontar diariamente muchas dificultades. Como Sucesor del apóstol Pedro, les haré sentir la cercanía y el apoyo de todo el cuerpo de la Iglesia. De igual modo iré como peregrino de paz en nombre del único Dios que es Padre de todos.

Suyo es el tiempo

El Papa suele tomar ocasión de la celebración de la Audiencia General de los miércoles o del rezo del Ángelus los domingos para manifestar su cercanía a las poblaciones víctimas de tragedias o desastres. Los sufragios, ruegos y bendiciones del Papa son siempre reconfortantes para quienes cruzan por el camino del sufrimiento, porque saber que el Vicario de Cristo en la Tierra dirige su atención, como el Señor, a quien se encuentra herido, es un alivio del dolor humano.

Todos con Benedicto XVI y él con todos

Estamos celebrando con especial alegría el cumpleaños del papa Benedicto XVI, 16 de abril, y el cuarto aniversario de la inauguración de su pontificado, 24 de abril. Aunque él no acostumbra celebrar su cumpleaños, sino el día de su santo -19 de marzo, san José-, sus amigos celebramos con gusto las dos fechas y lo felicitamos doblemente. Los creyentes y mucha gente -que, aún sin ser creyentes lo sienten cercano-, nos gozamos también celebrando cada año el 24 de abril. ¡Felices aniversarios, Benedicto XVI!