Estamos celebrando con especial alegría el cumpleaños del papa Benedicto XVI, 16 de abril, y el cuarto aniversario de la inauguración de su pontificado, 24 de abril. Aunque él no acostumbra celebrar su cumpleaños, sino el día de su santo -19 de marzo, san José-, sus amigos celebramos con gusto las dos fechas y lo felicitamos doblemente. Los creyentes y mucha gente -que, aún sin ser creyentes lo sienten cercano-, nos gozamos también celebrando cada año el 24 de abril. ¡Felices aniversarios, Benedicto XVI!
Con este motivo, en la columna La voz del Papa recordamos algunas fechas y lugares:
Joseph Aloysius -José Luis, sus nombres de bautismo-, nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania) el 16 de abril de 1927. Es el tercero de los hijos de Joseph Ratzinger y María de Ratzinger. Ella era hija de artesanos de Rimsting, y antes de casarse trabajó con esmero de cocinera en varios hoteles. Su padre, comisario de la gendarmería, provenía de una antigua familia de agricultores de la Baja Baviera, de condiciones económicas modestas.
De 1946 a 1951, año en que fue ordenado sacerdote (29 de junio) e iniciaba su actividad de profesor, estudió filosofía y teología en la universidad de Munich y en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising. En 1953 se doctora en Teología. Tras obtener la cátedra de Teología Dogmática y Teología Fundamental en la escuela superior de Filosofía y Teología de Freising, prosiguió la enseñanza en Bonn, de 1959 a 1969, Münster de 1963 a 1966 y Tubinga, de 1966 a 1969. En este último año pasó a ser catedrático de Dogmática e Historia del Dogma en la Universidad de Ratisbona y vicepresidente de la misma Universidad. Entre 1962 y 1965 aportó una notable contribución al Concilio Vaticano II como consultor teológico del cardenal Joseph Frings, arzobispo de Colonia.
Pablo VI le nombró Arzobispo de Munich el 24 de marzo de 1977, y cardenal el 27 de junio de 1977. En 1981 Juan Pablo II lo nombró Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Tras la muerte de Juan Pablo II, el 19 de abril de 2005 -segundo día del cónclave- fue designado Papa. Su pontificado lo inauguró solemnemente el 24 de abril.
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Benedicto XVI dedicó el mensaje de Pascua de este año, el domingo 12 de abril, que pronunció desde el balcón de la Basílica de San Pedro del Vaticano, a mostrar cómo la resurrección es el hecho más significativo de la historia. Un hecho histórico comprobado y, a la vez, una verdad trascendente; es decir, la verdad de fe que fundamenta y distingue al Cristianismo.
Más de doscientos mil fieles llenaban la plaza de San Pedro y las calles adyacentes ese domingo de Pascua y escuchaban: "La resurrección de Jesús es una realidad histórica revelada por el Hombre Jesucristo mediante su 'pascua' -su 'paso'-, que ha abierto una 'nueva vía' entre la tierra y el Cielo".
Explicó: "No es un mito ni un sueño, no es una visión ni una utopía, no es una fábula, sino un acontecimiento único e irrepetible: Jesús de Nazaret, hijo de María, que en el crepúsculo del Viernes fue bajado de la cruz y sepultado, ha salido vencedor de la tumba".
"Desde la aurora de Pascua una nueva primavera de esperanza llena el mundo; desde aquel día nuestra resurrección ya ha comenzado, porque la Pascua no marca simplemente un momento de la historia, sino el inicio de una condición nueva: Jesús ha resucitado no porque su recuerdo permanezca vivo en el corazón de sus discípulos, sino porque Él mismo vive en nosotros y en Él ya podemos gustar la alegría de la vida eterna".
"El anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas oscuras del mundo en que vivimos", subrayó Benedicto XVI refiriéndose en particular "al materialismo y al nihilismo, a esa visión del mundo que no logra trascender [se queda en] lo que es comprobable experimentalmente, y se abate desconsolada en un sentimiento de la nada, que sería la meta definitiva de la existencia humana".
En efecto, aseguró, "si Cristo no hubiera resucitado, el 'vacío' acabaría ganando. Si quitamos a Cristo y su resurrección, no hay salida para el hombre, y toda su esperanza sería ilusoria". Con la resurrección de Cristo, subrayó, "ya no es la nada la que envuelve todo, sino la presencia amorosa de Dios".
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¿Qué son y cuáles son sus Encíclicas, preguntamos en estos aniversarios? Encíclicas son cartas circulares del Papa, escritas y publicadas oficialmente como Romano Pontífice. Se citan por las primeras palabras del texto latino, que circula traducido a todas las lenguas:
El 25 de enero de 2006, publicó su primera encíclica, Deus Caritas est, donde mantiene que la expresión Dios es Amor es el corazón de la fe cristiana.
El 30 de noviembre de 2007 presentó su segunda encíclica, Spe salvi (Salvados en la esperanza), dedicada a la virtud de la esperanza e inspirada en la carta de San Pablo a los Romanos.
Caritas in Veritate (Caridad en la verdad) podría ser el titulo de su esperada tercera Encíclica sobre los grandes temas sociales del mundo de nuestros días.