Cumpí 45. ¡Qué trauma!
Hace poco me decía un familiar: -Te das cuenta, ya cumplí 45 años. ¡Es horrible! Ya me estoy acercando a la edad de las arrugas, las canas, las "patas de gallo", la papada, la barriga de viejo, la edad de los achaques... ¡Sencillamente no lo puedo soportar!
Después, en tono más confidencial, me preguntaba: -Tú crees que cuando cumpla 50, ¿debo de pensar en hacerme cirugía plástica?