Educar en valores y virtudes
Clave del éxito en la formación
Según
la teoría de Dobson, es muy bueno para el niño recibir los oportunos
castigos o probar el amargo sabor del aceite de resina. Su posición
nace de la simple naturaleza. Constatamos que si el niño agarra una
perola caliente, se quema; y que si mete los dedos por los agujeros del
contacto, recibe una descarga nada agradable. De la misma manera, si el
niño se comporta mal, recibe el castigo.
El secreto del joven violinista
No
creía que un jovencito de apenas catorce años diera un concierto de
violín en la opera de la Scala de Milán. Y, además, que lo hiciera
dejando boquiabiertos a los exigentes críticos de la prensa artística
italiana. Luego pensé que el jovencito era sin duda un bicho medio
raro, que estaba todo el día moviendo su instrumento en un ángulo del
salón y que, claro está, así cualquiera.
Justicia
Actualmente
se habla muy seguido de la justicia. Para los niños y los jóvenes casi
todos son injustos. Los esposos a veces consideran al cónyuge un
injusto porque no se comprenden. Y los trabajadores consideran injustos
a los patrones por no pagarles lo que ellos creen justo.
Responsabilidad y la toma de decisiones
El
bebé al nacer, tiene que ser cuidado, atendido por personas adultas, y
son sus padres por lo general los que deciden por él, qué come, dónde
duerme, cuándo se baña, etcétera.
La ley del menor esfuerzo
Cuando
analizamos a las grandes personalidades, cuando indagamos su historia,
a pesar de sus variadas ideas, personalidades y maneras de trascender,
descubrimos que todas llevan algo en común: cada una luchó arduamente
para alcanzar su ideal, lo cual seguramente no fue nada fácil.
Imaginemos por ejemplo al descubridor de la Penicilina, Alexander
Fleming, ¡cuántos días y noches, cuánto esfuerzo y dedicación le habrá
implicado descubrir este gran avance de la medicina! O bien, Ghandi,
¡Qué sabrosa salsa!
En
días pasados, en un restaurante italiano, al acercarse un joven a la
barra del buffet de pizzas, se topó con dos compañeros de la escuela,
que discutían animadamente sobre algo. Se callaron al verlo y le preguntaron si era pariente de un tal Pánfilo, o su cuñado o un simple amigo.
Como negó todas las posibilidades, volvieron a la carga con sus críticas de mal gusto.