La conversión del corazón
Entre más cerca de Dios está una persona más sensible es para arrepentirse y pedir perdón, más consciente es de que debe de cambiar. Juan Pablo II escribe: “No podemos olvidar que la conversión es un acto interior de una especial profundidad, en el que el hombre no puede ser sustituido por los otros, no puede hacerse “reemplazar” por la comunidad.” (Redemptor hominis, n. 20).