Aborto
Primero que nada, considero de vital importancia definir con claridad el aborto.
Primero que nada, considero de vital importancia definir con claridad el aborto.
Fuente: Nataldoc
Primero que nada, considero de vital importancia definir con claridad el aborto.
Introducción
El aborto, la anticoncepción, la educación sexual hedonista y el control de la población (a través de la anticoncepción y el aborto), lejos de mejorar o solucionar los problemas de la familia, la mujer y la sociedad, los empeoran. En este informe quisiéramos sugerir algunas soluciones a los problemas sociales que los medios ya mencionados no pueden solucionar o que inclusive son causa y parte de los mismos.
En primer lugar, la familia
Carta de monseñor José Sánchez sobre el aborto y la manifestación del 17-O
Queridos diocesanos:
Para algunos políticos, los seres humanos estamos sentados en una bomba de relojería y nos quedan apenas diez años para evitar una catástrofe climática de grandes proporciones.
Sus agoreras previsiones están convirtiéndose en la excusa perfecta para impulsar un abanico de medidas tan inhumanas como extravagantes, que van desde la legalización del aborto en todo el mundo hasta la prohibición de incinerar cadáveres en Alemania, pasando por la aplicación de los derechos humanos a los simios en España.
En su columna “Atando cabos” del pasado 14 de septiembre, Denise califica al PRI como “un partido de derecha”. Y no se refiere a su actuar político social, sino a sus votos en contra del aborto y a favor de la vida intrauterina. No sabe lo que dice.
En el cuarto capítulo de su encíclica “Caritas in veritate” Benedicto XVI hace una aguda observación que puede ser interesante comentar: “Hoy se da una profunda contradicción. Mientras, por un lado, se reivindican presuntos derechos, de carácter arbitrario y voluptuoso, con la pretensión de que las estructuras públicas los reconozcan y promuevan, por otro, hay derechos elementales y fundamentales que se ignoran y violan en gran parte de la humanidad”.
La castidad conyugal es una virtud. Esto significa que es una disposición estable del sujeto para actuar bien, una actitud del corazón ante un comportamiento exterior que procede de una rectitud interior expresada en el acto de unión sexual entre un hombre y una mujer unidos por el sacramento del matrimonio. Dicho de manera simple, el acto conyugal debe ser ante todo una expresión del amor a Dios, una búsqueda de El y de su gloria por sobre todo.
Es urgente denunciar y advertir a las mujeres que la píldora RU-486, una píldora abortiva «casera» que se usa en las primeras semanas de embarazo, puede provocar graves daños e incluso la muerte de la madre.
Es urgente dar un claro aviso sobre estos peligros. Pero hacerlo es no sólo insuficiente sino, por desgracia, engañoso. Porque, incluso, si esa píldora fuera «perfeccionada» y no implicase peligros graves para la salud de la madre, no por ello dejaría de ser un producto orientado a una de las mayores injusticias: el asesinato del hijo en el seno materno.
Este Carlos Monsiváis, en sus posiciones a favor de la cultura de la muerte, es decir del aborto, está que da pena, ni idea tiene de lo que escribió para el Congreso de Guanajuato sobre la llamada ley antiaborto guanajuatense. Veamos.