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Jesucristo

Cristo, nuestro modelo

No tenemos otro modelo para forjar nuestra personalidad que Cristo, como nos lo presenta el Evangelio; le será de mucha utilidad meditarlo y deducir cómo las dos líneas de fuerza de esa vigorosa personalidad fueron el amor a las cosas de su Padre y el amor a los hombres por lo que tienen de necesitados; en torno a estos dos ejes organiza su vida, su doctrina y por esos dos amores abraza la muerte más dura que podamos imaginar.

La terapia mas eficaz

Yo no sé de una terapia más eficaz y profunda que el encuentro personal consciente con Cristo resucitado y la recepción de su Espíritu divino: nuestro pasado, nuestra historia personal, todo nuestro ser ha muerto con Él en la cruz, borrando el decreto de condenación - la causa de nuestra angustia, de nuestros complejos, de nuestros temores más hondos... -; podemos ver con una seguridad y una confianza plena hacia atrás, todo ello ha quedado definitivamente cancelado por la misericordia real, infinita y poderosa de Dios, en la muerte de Cristo.

Èl es el amigo que buscan los hombres

¿Ha visto los enormes conflictos en que se debaten tantos hombres que no conocen a Cristo? Tantos jóvenes envejecidos prematuramente por el vicio, con el alma lacerada por el hastío, por el desengaño, por la frustración o el aburrimiento; su vida ha perdido la brújula, ¿para qué y por qué vivir? No tiene respuesta. De aquí al suicidio no hay sino un paso lógico que muchos por desgracia, dan. ¡Y sin embargo, Cristo es el camino, la verdad y la vida!

La unica fuerza capaz de superar nuestro egoismo

¿Quiere usted poner un remedio eficaz en la raíz del mal? El planteamiento es sencillo, aunque la realización compromete toda la vida: puesto que el hombre nada hace que no arranque de sí mismo y retorne a sí como en un sistema planetario cerrado, necesita una fuerza que supere esta inercia gravitacional que le aprisiona, es decir, debe buscar otro centro en torno al cual gire su vida. Y la única fuerza capaz de trascender su mundo cerrado es CRISTO, ideal de la humanidad, potencia salvadora, modelo y amigo íntimo.

Cristo nos pide ayuda

Mejor que mirar lo que te falta es alzar la mirada hacia la soberana belleza
de ese Cristo a quien amas y sigues y a la hermosura del fruto que
tendrá tu vida si la entregas totalmente a realizar los planes del
Movimiento.

¡Que maravilloso es saber que Cristo nos pide ayuda y espera algo de
nosotros! Pero también, ¡qué responsabilidad tan grande! Por tanto,
sigue poniendo en marcha, en movimiento, todo tu interés, todo tu

Cristo, motor de nuestra vida

Cristo apóstol que sale de sí mismo, que no se tiene en cuenta a sí cuando
tiene que realizar su misión, que la vive sin chapuzas, sin rebajas,
limpiamente. Cristo que busca la gloria de Otro, no su propia gloria,
el Cristo sereno, objetivo y humilde, no el Cristo agitado, paranoico y
soberbio; Cristo sereno y satisfecho de su vida, contento siempre y
seguro de sí, Cristo Dios y hombre, Señor de la historia, hijo de
María, amigo, compañero y hermano.

Jesucristo, una personalidad abierta a los demás

No conciban la imitación de Cristo como un medio de perfeccionamiento
estrictamente individual, por el que ustedes desarrollan su
personalidad, imitándole como a modelo perfecto. Cierto, es nuestro
ideal y nuestro modelo, muy superior a cualquier otro ser humano que
podamos imaginar o conocer; pero no debemos quedarnos ahí, hay que
acercarnos a Cristo viendo que su maravillosa personalidad brota
justamente de su relación y de su actitud hacia los demás: la armonía
de sus facultades, la fuerza de su carácter, la grandeza de su corazón,

Mi única ilusión

Usted
sabe que Jesucristo me ha robado el corazón, que Él es mi única
ilusión, que por Él he entregado la honra, el reposo y cuanto gusto
natural tengo y que también está en sus manos mi pobre, mi
insignificante, mi miserable vida para cuando él quiera disponer de
ella; la muerte, la destrucción de mi ser, la derrota más profunda y
definitiva de la materia, su desintegración y su vuelta a la nada;
¡todo eso lo acepto bien gustoso con tal de acatar su santísima

Mi vida por Cristo

Cuando pienso en el mundo que se
apaga y muere por falta de conocimiento de Cristo; cuando pienso en el
caos profundo en que se desbarranca la inquieta y ciega humanidad por
falta de Cristo; cuando contemplo las ruinas y falta de fecundidad en
tantas almas buenas por falta de Cristo; cuando veo a toda esa mole
obrera afiliarse al comunismo por falta de Cristo; cuando me encuentro
con la fuerza de la juventud marchita y destrozada en la primavera
misma de la vida por falta de Cristo; no puedo ahogar las quejas de mi

¿Qué significa la Navidad?

A veces, de tanto hacer algo, se nos olvida porqué lo hacemos o para qué sirve. Algo así nos puede pasar con la Navidad. Tanto nos la promueven, tanto nos la recuerdan los medios y la publicidad, que corremos el riesgo de olvidar o, por lo menos, diluir su significado. Por eso, vale la pena detenernos un momento y recordar que significa esta fecha y de qué manera la estamos viviendo.