Inicia el Año Sacerdotal
1) Para saber
Este viernes 19 de Junio comenzó el Año Sacerdotal convocado por el Papa Benedicto XVI. Con este motivo escribió una carta para los sacerdotes de todo el mundo y que comentamos algunas de sus líneas.
El Papa recuerda las palabras del Santo Cura de Ars: "El Sacerdocio es el amor del corazón de Jesús", y nos invita a reconocer con devoción y admiración el inmenso don que suponen los sacerdotes, no sólo para la Iglesia, sino también para la humanidad misma.
2) Para pensar
Este año cumple el santo Cura de Ars 150 años de haber fallecido, en medio de dolor, pero con la satisfacción de haber ofrecido toda su vida al servicio del Señor. Había llegado a la pequeña aldea de Ars cuando contaba con solo 230 habitantes. Su Obispo le había advertido: "No hay mucho amor de Dios en esa parroquia; usted lo pondrá". Y, efectivamente, desde que llegó se dedicó a la conversión de su parroquia con todas sus fuerzas, insistiendo sobre todo en su formación cristiana y pidiéndole a Dios: "Concédeme la conversión de mi parroquia; acepto sufrir todo lo que quieras durante toda mi vida".
Desde esa aldea pudo atender a miles de personas que llegaban de toda Francia y aún del extranjero, lo cual no era fácil en el siglo XIX.
Una de esas personas que fueron a verlo era un abogado de la ciudad francesa de Lyon. Cuando regresó a su ciudad le preguntaron qué era lo que había visto en Ars. Su respuesta fue clara y rotunda: “He visto a Dios en un hombre”.
3) Para vivir
El Papa lamenta que haya también situaciones, nunca bastante deploradas, en las que la Iglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros. Pero tampoco podemos olvidar las numerosas situaciones de sufrimiento que aquejan a otros muchos sacerdotes, porque participan de la experiencia humana del dolor o por las incomprensiones que sufren ellos mismos, llegando muchas veces a ofrecerse al martirio. Hay espléndidas figuras de Pastores generosos, religiosos llenos de amor a Dios y a las almas, directores espirituales clarividentes y pacientes que aunque nunca sean noticia, son un testimonio silencioso y un gran bien a la Iglesia y a la humanidad.
Gracias a su gran humildad, el Santo Cura de Ars podía apreciar mejor el significado del sacerdocio y decía: "Un pastor según el Corazón de Dios, es el tesoro más grande que el buen Dios puede conceder a una parroquia, y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina... Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no de pavor, sino de amor... Sin el sacerdote, la muerte y la pasión de Nuestro Señor no servirían de nada. El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra... ¿De qué nos serviría una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes... El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros".
Vivamos este Año Sacerdotal muy unidos al santo Padre y a sus intenciones rezando y ofreciendo nuestras buenas obras por los sacerdotes, sabiendo que además podemos lucrar con ello muchas indulgencias.