Pasar al contenido principal

Church Forum

El día de hoy

 Mi trabajo es un trabajo como el de casi todos,

pero yo escojo qué clase de día quiero tener.

Hoy puedo amargarme porque tengo que trabajar

o puedo gritar de alegría porque tengo trabajo.

Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas,

o puedo reír porque las espinas tienen rosas.

Hoy puedo quejarme porque tengo que hacer las labores del hogar

o puedo sentirme honrado porque tengo un techo en donde vivir.

Hoy puedo frustrarme porque no tengo dinero,

o puedo estar satisfecho de mi ingenio para ahorrar.

El cielo

Leo Trese trata de ilustrar lo que es el Cielo así: “Supón que en el Cielo llevas un reloj que tiene cuerda para ocho días, y que cada hora allí, representa sesenta billones de años. Nada más llegar, le das toda la cuerda y luego miras un instante a Dios. Una mirada que te hace inmensamente feliz. Luego vuelves a mirar el reloj y observas, asombrado, que ya no tiene cuerda. Esos sesenta billones de años te parecieron un instante de los feliz que eres”. Este ejemplo, además de ser inadecuado, se queda corto. Porque tratándose de Dios y del Cielo, no hay peligro de exagerar.

El caracol ¿es optimista o pesimista?

“Imaginemos un caracol, un caracol de jardín. Recorramos con la mente la espiral que decora su concha y que le sirve de casa. Pensemos en la manera en que disfruta la humedad después de la lluvia. Parecería que le entusiasma tanto como a algunos de nosotros cuando retozamos entre las olas del mar (...). En el interior de la cubierta de roca de un caracol, así como dentro del ser más admirable y amado se encierra la historia del cosmos. Conocerlos a profundidad sería entender en detalle cómo se originó el universo (...). El caracol lleva a cuestas su casa. ¿Y nosotros?

El amor libre

  La persona que defiende el amor libre dice: “El amor no es amor si no es libre”. Aparentemente, esa persona pone al amor por encima de todo, pero no lo pone. Sitúa la libertad individual por encima del amor. Su posición equivale a decir: “Te doy todo menos mi libertad, que es lo que más aprecio. La aprecio por encima de ti”. No comprometerse ¿es amor?...

El amor de Dios

  "Cuan equivocados estamos al pensar que dejamos de enamorarnos cuando envejecemos, sin saber que envejecemos cuando dejamos de enamorarnos", escribió García Márquez.

Jesús iba  a visitar a sus amigos, a sanar y a predicar por propia iniciativa. No podemos olvidar que antes que la nuestra está la iniciativa de Dios. Él es el que sale a nuestro encuentro. Considerar su iniciativa por cada uno de nosotros. Ante cualquier cosa que nos pasa se compadece. El amor de Dios se llama misericordia porque yo tengo miserias. La Cruz es el amor de Dios que no puede más.

El alcoholismo y la esperanza

No hay en la historia el ejemplo de alguien que haya superado sus problemas personales con el alcohol. El antidepresivo más antiguo es el alcohol.
Desde tiempos inmemorables el hombre utiliza esa bebida para sobrellevar la angustia, la frustración, los traumas o la soledad. El alcohol sólo ayuda a disfrazar los problemas, y posteriormente se convierte en el principal conflicto de quien trató de solucionar sus males con la bebida. El alcohólico termina solo, sin trabajo y sin patrimonio. Y a pesar de esos, no sólo los hombres, también las mujeres se animan a emborracharse.

El Adulterio

 El amor es la vocación fundamental de todo ser humano. Todos deseamos amar y ser amados sin equívocos. El don del cuerpo en la relación sexual es el símbolo de la donación total de la persona. Esto no se consigue con el adulterio pues esa pareja, al no ser verdaderos esposos, actúan con mentira como si lo fueran, falsean así uso de la sexualidad y se hieren a sí mismos en lo más profundo.

Velar por el bien común. Saber jugar a “Las Damas Chinas”

1) Para saber

El Papa Benedicto XVI, siendo la voz de la Iglesia, fomenta el mensaje de Cristo, del cual una parte esencial es el amor al prójimo. Ese amor, nos dice, es “querer su bien y trabajar eficazmente por él” (Caridad en la Verdad, n 7). Pero no podemos quedarnos ahí. Dado que vivimos en sociedad, hay un bien relacionado con el vivir social de las personas: es el bien común.