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Church Forum

¿Sabemos aceptarnos? La niña que quería ojos azules.

Emy era una linda niña de 5 años de edad. Vivía en los Estados Unidos de América, frente al mar. Su familia era muy cristiana.
Ella amaba a su familia y admiraba los ojos azules de su padre, de su madre y de sus hermanos... Todos en la casa de Emy tenían ojos azules... Todos... menos Emy!
El sueño de Emy era tener ojos azules como el mar. ¡Cómo deseaba Emy eso!
Un día, oyó a su profesora decir que Dios responde a todas las oraciones.

Filiación divina, primera parte

Hay que saborear lo que decía San León Magno: “el don que supera todo don es que Dios llame al hombre su hijo y que el hombre llame a Dios su Padre” (Homilia VI in Nativitate, 4). Toda nuestra vida cristiana es una gran peregrinación hacia la casa del Padre.

La misión del Espíritu Santo es la esperanza, es convencernos de que somos hijos de Dios. Juan Pablo II dijo algo muy profundo: El hombre va descubriendo en sí mismo su pertenencia a Cristo, y en él, su dignidad, la elevación a hijo de Dios, comprende su dignidad de hombre.

Filiación divina, segunda parte

Dios nos conoce hasta el fondo. Ninguno de nuestros esfuerzos se le escapa. El nos sostiene. Es siempre como un padre que enseña a sus hijos a dar sus primeros pasos. Dios es el único que da realmente la alegría. Nos imaginamos que a veces Dios nos aplasta con una mole de sacrificios, cuando son precisamente ellos los que nos alivian. Dios es sensible a nuestras delicadezas, dice Gabriela Bossis. Nada se pierde de los cuidados que damos a nuestra alma y a las almas de los demás. Nosotros no lo vemos pero en el Cielo sí nos ven.

Fidelidad a Dios y examen de conciencia

Solamente viviendo de fe podemos ser fieles. La gente que no es fiel ha perdido la confianza en Dios. La Virgen María es maestra de fe; le dijo que sí a Dios sin saber exactamente todo lo que había de venir con su fiat (hágase). Vivió tiempos de sorpresas – la Anunciación , la Visitación , la carencia de hospedaje en Belén, la visita de los pastores y de los Reyes Magos, la huída a Egipto- y tiempos de normalidad. Ese era el plan divino.

El Acontecimiento Guadalupano es reconciliador

El pueblo mexica era esencialmente guerrero. Inicialmente, cuando venían de Aztlán buscando tierras, andaban sin rumbo y no eran recibidos por ningún pueblo. Se tenían bien ganado ese rechazo porque, cuando, por ejemplo, habían conseguido la buena voluntad del Tlatoani de Culhuacan, en cuyo territorio residían, le pidieron a su hija para convertirla en diosa de la guerra. El Tlatonani accedió. Poco después los aztecas invitaron al Tlatoani y apareció el brujo bailando revestido con la piel desollada de su hija.

El “qué dirán”

 Andar buscando la aprobación de los demás puede ser dañino para nosotros pues tendemos a sobrevalorar lo que otros hacen y a menospreciar lo que nosotros hacemos. “¿Qué van a decir de mí?”, es una pregunta que a menudo nos hacemos. Es una pregunta que se plantea con frecuencia en nuestras relaciones sociales, laborales y familiares.

En un aula de clases, muchos alumnos prefieren mantenerse en silencio ante las dudas, a levantar la mano y preguntarle al profesor, para no quedar mal.