Cristo es hombre para los demás
“Jesucristo en su Pasión se redujo a pecado por nosotros. Y todo esto por la única razón del amor que nos tenía. Un amor que no habíamos merecido, que tenía motivos para ser odio y castigo, y que, sin embargo, mantuvo con una fidelidad y con una profundidad propias de Dios, hasta dar su vida por sus mismos enemigos y encontrar el misterioso modo de quedarse con nosotros en la Eucaristía.”