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Libro Quiero vivir, pensamientos de vida (con permiso del autor)

Paz de Tepeji.

Paz de Tepeji

Se ha puesto el sol en Tepeji

y el fresco vespertino

ha invadido el pequeño valle

donde se encuentra nuestra casa de vacaciones.

A unos metros se desliza

el río manso y silencioso.

Añososárboles sombrean sus orillas

y dan grandiosidad a la escena.

Suenan campanas del atardecer.

Aún es azul el cielo,

con escasos jirones de nubes blanquecinas.

Se filtra el ronroneo de los motores de los autobuses

Todos los santos

Todos los Santos

Fiesta de todos los adalides del cristianismo:

los que lograron lo único necesario,

los que dejaron pasar lo pasajero

y se quedaron con lo eterno.

Los felices, los eternamente felices,

¡Qué envidia!

Señor, haz que les imite,

que yo también me arranque de lo vano y falaz,

y que me aferre a los valores eternos.

Ser santo es posible para mí,

como lo fue para ellos.

En este mismo instante hay hombres y mujeres

que se están haciendo santos.

¿Qué harás Tú?

"

 

Teresa de Avila.

Teresa de Ávila

Fiesta de una santa grande, salerosa, de mi tierra.

Teresa de Ávila, que supiste juntar

la santidad más sublime

con la gracia y donosura de tu tierra castellana,

¿tendrás para mí algún rescoldo de tu ingente hoguera

para incendiar de amor y de pasión mi alma fría?

Teresa del Carmelo y del castillo interior,

monjita andariega de los caminos de España,

fundadora de conventos de reforma y penitencia,

Rompecabezas.

Rompecabezas

Fue una ilusión y una furia

acabar el rompecabezas.

Y lo acabamos.

Me tocó en suerte incrustar la última ficha

que ajustó perfectamente en el tablero.

El castillo, con sus montes cubiertos de pinos,

su lago de cristal y su cielo azul,

aparecieron ante los ojos triunfadores.

Y pensé:

-“Es hermoso acabar las tareas”.

Tequisquiapan.

Tequisquiapan

Rincón dulce lleno de recuerdos inolvidables,

que con sólo tocarlos pueblan el alma de dulce melancolía.

Es invierno.

En el horizonte sin nubes va emergiendo

un sol decidido a calentar la entumida mañana.

Sube del río y de los pastizales

una niebla blanquecina,

al fundirse el rocío acumulado durante la noche.

Han pasado algunas horas...

Todo es cielo azul y todo luz.

Paisajes.

Paisajes

Sentado en una cerca de piedra,

desde la cual se divisaba todo el lago,

y el cielo,

y las montañas de enfrente,

me quedé silencioso, solo,

festejando a mi alma

con aquel panorama sencillo, campestre.

Mis ojos contemplaban,

sin cansarme nunca de mirar,

aquel paisaje de ensueño,

a la luz declinante del atardecer.

En ese rincón del mundo,

tan quieto, tan saturado de paz,

Tener fe.

Tener fe

Unos pocos han querido creer en la fe,

y han aceptado el reto de Jesús,

y han descubierto, con asombro y alegría,

que Cristo dijo la verdad:

que, si crees, puedes.

Yo soy uno de los que pueden asegurar

que la fe hace milagros.

Cuando he tenido fe, como un grano de mostaza,

se realizaron mis metas imposibles.

Por eso creo en la fe con todas mis fuerzas.

Persistir.

Persistir

Persistir, cuando ya no quiero seguir,

persistir, cuando todos dicen que es imposible,

persistir, cuando a mi alrededor

yacen caídos cientos que lo intentaron;

persistir, cuando el cansancio

ha hecho mella profunda en mi cuerpo...

Persistir hasta llegar,

sin dejarme manipular,

por nada ni nadie.

Y, una vez llegado a la meta,

gritar a todos los pesimistas:

Perdonar.

Perdonar

Está demostrado que el perdonar, de corazón,

es una terapia maravillosa.

Así como el odiar

es veneno que amarga la vida,

y la acorta.

Por desgracia se dan muchas gentes

que pasan los años llenos de rencor,

que no se dirigen la palabra,

que no pueden verse ni en pintura.

No saben el daño que se hacen:

¡Cómo amargan su existencia!

Los hombres que aprenden a perdonar,

Paz del atardecer.

Paz del atardecer

Me sumergí entero en la tarde serena, multicolor.

¡Qué tarde tan dulce!

Mirando desde la casita hacia el valle,

podía contemplar las dos laderas verdes y amarillas

de césped y flores,

losárboles dormidos en el barranco,

las casitas a ambos lados del camino.

Más arriba, las montañas envueltas en bruma

y, más altas, las nubes en el cielo.

Ni una brizna de aire,