Perdonar
Está demostrado que el perdonar, de corazón,
es una terapia maravillosa.
Así como el odiar
es veneno que amarga la vida,
y la acorta.
Por desgracia se dan muchas gentes
que pasan los años llenos de rencor,
que no se dirigen la palabra,
que no pueden verse ni en pintura.
No saben el daño que se hacen:
¡Cómo amargan su existencia!
Los hombres que aprenden a perdonar,
aprenden también a ser felices.