Pasar al contenido principal

amor a Jesús

A las raíces de mi vida

Los antiguos creían que el hombre depositaba semillas en la mujer, y que ésta ofrecía su vientre como una tierra fecunda para la nueva vida. Si todo iba bien (buena semilla, buena tierra), nacían los hijos. Desde luego, también los antiguos sabían que los problemas eran muchos: a veces la mujer no era fértil (la tierra no estaba preparada), o el niño no nacía, o nacía con muchos defectos físicos.  

Si me falta el amor, nada soy

Se ha elogiado hasta la saciedad la proclamación de la Palabra de Dios, en la Boda Real, por parte de la abuela paterna de la novia, ex locutora, Menchu Alvarez. Es justo y necesario. Máxime, si la comparamos con la que hacen algunos improvisados lectores de la Biblia en las celebraciones ordinarias.

Homenaje de amor a Mons. Golfín en su despedida

Al amanecer del 25, la noticia corrió como la pólvora de boca en boca, antes que los medios de comunicación la propagasen. Fue su obispo auxiliar, don Joaquín Mª López de Andujar, el que en breve comunicado, lo notificó oficialmente.

A todos, especialmente a sus familiares, seminaristas, religiosos y sacerdotes de Getafe, el triste evento nos golpeó brutalmente. Nos parecía increíble. Así tan de repente. De la noche a la mañana y sin que nadie, absolutamente nadie, lo presintiese.

Los pequeños detalles que alimentan el amor

Contaban de un niño que fue de visita a casa de sus tíos, y se divertía ver a su prima –ya mayor- esperar la llegada de su novio; estaba contenta, y se preparaba: se peinaba, perfumaba y pintaba los labios, se ponía guapa y corría de un lado a otro de la casa, arreglaba todo para que su "amor" no pudiera echar en falta ningún detalle en el entorno. Entonces llegaba el novio oliendo a mucha loción y al mirarse... parecía que flotaban en el aire, parecían dos tortoritos, embobados mientras se hablan y ella le ofrece tomar algo sabroso que le preparó durante la tarde.

Los pequeños detalles que alimentan el amor

Ahora que el fracaso escolar es tan grande, nos puede servir las palabras que se recogen en el libro “Siempre alegres para hacer felices a los demás”, de Jesús Urteaga, provenientes de un personaje norteamericano que cuenta con muchos fracasos en su infancia: “no podré olvidar jamás tres palabras de mi padre que cambiaron mi vida. Las dijo en un tranvía, entre dos campanadas del conductor. Tres palabras para ayudar y alentar a un chico”. Su padre era herrero, y trabajaba en una cochera de tranvías de Boston.

Amor y esperanza

Amor y esperanza

Cuál es la necesidad más radical del ser humano? El deseo más básico y elemental para ser feliz? Sentirse amado, para siempre. Es decir, vivir una vida en plenitud enfocada hacia la vida eterna, e ir con las personas que se aman. Hay momentos importantes en la vida que descubrimos eso, vemos que sí, que “eso es 'vida' de verdad, la felicidad, que es lo que queremos para siempre”. De eso trata Benedicto XVI en las dos Encíclicas, la que escribió sobre el amor y ahora sobre la esperanza.

¿Qué tipo de amor supone el matrimonio?

¿Qué tipo de amor supone el matrimonio?

En una ceremonia de boda donde todo son felicitaciones, fotos, sonrisas y fiesta, las palabras del rito tienen una nota disonante que siempre me han llamado la atención: en lo adverso. ¿No parece fuera de lugar y hasta de mal gusto recordar la adversidad en un momento así? Sin embargo, en esas palabras va toda una visión del matrimonio y del amor. Esto es lo que las siguientes líneas quieren explicar.