¿Qué tanto amas a tu patria?
Hace tiempo, me decía un amigo periodista sudamericano: “¡Cómo me gustan las canciones de tu país porque hablan mucho del amor y el orgullo por su tierra; es muy bonito su gran sentido patrio!”
Hace tiempo, me decía un amigo periodista sudamericano: “¡Cómo me gustan las canciones de tu país porque hablan mucho del amor y el orgullo por su tierra; es muy bonito su gran sentido patrio!”
Al inicio de la Jornada Mundial de la Juventud en España, es interesante hablar de un tema que el Papa Benedicto XVI ha venido exponiendo desde el inicio de su Pontificado: la oración o meditación personal.
Nos encontramos en la sociedad contemporánea con muchos hombres imbuidos en las prisas, en la ansiedad, en el stress, en el acelerado ritmo que se impone en las modernas urbes y, al parecer, no tiene tiempo para la más mínima reflexión sobre sí mismo ni menos de buscar a Dios.
Hace poco me decía un familiar: -Te das cuenta, ya cumplí 45 años. ¡Es horrible! Ya me estoy acercando a la edad de las arrugas, las canas, las "patas de gallo", la papada, la barriga de viejo, la edad de los achaques... ¡Sencillamente no lo puedo soportar!
Después, en tono más confidencial, me preguntaba: -Tú crees que cuando cumpla 50, ¿debo de pensar en hacerme cirugía plástica?
El próximo 26 de junio, la Iglesia conmemora la fiesta de San Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del Opus Dei, quien fuera elevado a los altares por el ahora Beato Juan Pablo II, el 6 de octubre de 2002, en la Plaza de San Pedro en Roma.
Con la reciente exhibición de la película “El Rito” y el chascarrillo que circuló por todo el país “Why the Rito?” que un conocido comunicador de televisión, con indudable desatino por no dominar el inglés, le hizo esta pregunta a su actor principal, se desencadenó toda una polémica sobre si verdaderamente existe el Infierno.
Muchos psicólogos le llaman a la televisión: “El Tercer Padre” por la tremenda influencia que ejerce sobre los niños y los adolescentes. Sabemos que es un medio maravilloso de comunicación para transmitir noticias, actividades deportivas, eventos culturales, etc. y contribuye al descanso y entretenimiento de toda familia.
Hace ya bastantes años, recuerdo que en cierta ocasión cuando se acercaba el tiempo de Cuaresma, mi madre me animaba a que fuera a unas pláticas cuaresmales que se organizarían en la parroquia. Me preguntaba:
-¿Por qué no te decides a asistir?
Como el típico adolescente rebelde le respondía:
-Porque son muy aburridas y asisten sólo “viejitos”. ¡Mejor, yo paso!
-Pero también estarán muchachos de tu edad. Además van a ir compañeros tuyos de la escuela. –volvía a la carga.
Hay un personaje de mi novela VENCEDORES (en coautoría con el Dr. Ernesto Bolio), llamado “Tachito”, de unos 13 años, que se vuelve adicto a los videojuegos y al internet.
Llegaba a tanto su adicción compulsiva que, por las noches, le pedía a su mamá refrescos de cola de dos litros, ingiriendo comida chatarra, y se pasaba el tiempo del sueño dedicado a navegar en el ciberespacio, chateando, visitando portales, acudiendo al Facebook y al Twitter.
Hace ya bastante años, cuando iba a España y se hablaba del General Francisco Franco, se referían al “Caudillo” o “El Generalísmo”. La última vez que estuve durante una larga temporada pregunté por este personaje político y algunos amigos me dijeron:
-Cuidado, porque ahora ya no se puede hablar abiertamente de él en España; ahora es “el innombrable”.
Cuando se difundió la noticia de que el Papa Juan Pablo II sería beatificado el próximo primero de mayo, me vino de inmediato el recuerdo de su primer viaje a México, en enero de 1979. Fue en el Colegio Miguel Ángel de la Colonia Florida (Distrito Federal) cuando lo conocí.
Aquella mañana de invierno, se reunieron miles de chiquillos con sus papás y profesores para esperar el arribo del Santo Padre al Centro Educativo. Me acuerdo que el cielo lucía intensamente azul y había un ambiente de fiesta. Yo me encontraba en medio de la multitud.