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Carta del Prelado del Opus Dei (enero 2010)

Durante los días pasados, la Iglesia nos ha invitado a recorrer una y otra vez el camino de Belén, para adorar y dar gracias a Jesucristo. Todo ha girado en torno a Él, en esta primera semana del tiempo de Navidad. Los demás personajes de la escena —la Virgen y San José, en primer lugar—, quedaban en un segundo plano, porque el Protagonista principal es Nuestro Señor, el Hijo eterno del Padre —Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero—, que se ha hecho verdadero hombre por nosotros y por nuestra salvación.

Muchas historias, una Navidad

¿Cuál es el origen de nuestras tradiciones navideñas? Para “recuperar el sentido cristiano de estas fechas” -como pide el Prelado en su carta de diciembre-, puede ser útil conocer el origen de costumbres como el árbol o el Nacimiento. Recordamos algunas.

LA CORONA DE ADVIENTO

La corona de adviento está compuesta por cuatro velas con ramas vegetales, que se van encendiendo, una a una, en las cuatro semanas que preceden a la Navidad. 

Oración a San Josemaría Escrivá

 

Oh Dios, que por mediación de la Santísima Virgen otorgaste a San Josemaría, sacerdote, gracias innumerables, escogiéndole como instrumento fidelísimo para fundar el Opus Dei, camino de santificación en el trabajo profesional y en el cumplimiento de los deberes ordinarios del cristiano: haz que yo sepa también convertir todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte, y de servir con alegría y con sencillez a la Iglesia, al Romano Pontífice y a las almas, iluminando los caminos de la tierra con la luminaria de la fe y del amor.

Dedicación de una iglesia: significado y rito

 Todo recinto sagrado católico existe para reunir a los fieles en los actos de culto y la adoración comunitaria a la Santísima Trinidad. Por tratarse de lugares en los que Dios tiene su morada y los sacerdotes renuevan el sacrificio de Cristo en la cruz, la Iglesia ha dispuesto una liturgia solemne de dedicación para agradecer al Señor «porque en esta casa que nos has permitido edificar y en la que no cesas de favorecer a esta familia tuya que peregrina hacia ti, simbolizas el misterio de tu comunión con nosotros y admirablemente lo realizas».