Pare de sufrir: milagros por donativos
En la pantalla del televisor una mujer de clase media-baja aparece en primer plano. La tez morena, con lágrimas y voz entrecortada relata lo mal que le ha ido en la vida: pleitos familiares, infidelidades de parte del esposo, vicios, golpes, el dinero que no alcanza, los hijos que no le hacen caso. «Cuando más mal (sic) me estaba yendo, conocí Pare de sufrir y la vida cambió para mí».