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Padre Llucià Pou Sabaté

La vida como camino

“Easy Rider” es el título de una película (producida en EEUU, 1969) que habla de la búsqueda del destino. Dennis Hooper, director, y también actor, plantea cómo desde California dos amigos motoristas deciden viajar hasta nueva Orleans para asistir a un festival de música.

La tentación de no amar

“Fue un amor tan profundo que en un segundo me acaparó. No sabía que existiera un sentimiento así... lo vi y todo mi mundo anterior se derrumbó... Supe entonces que él formaba parte de mi destino”. Así habla Corinne, en una entrevista. Y cuando le preguntan: “- ¿Cuándo pasó el amor?” Responde: “me fui porque me estaba volviendo loca, nuestros mundos no eran conciliables…”

La paz florece de las lágrimas

"La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa...", decía Erasmo de Rotterdam. Y aunque hay siempre el “derecho de legítima defensa” del que tanto se habla en estos días, no es menos cierto que no hay que hacer daño a gente inocente. El que hace violencia injusta a un pueblo no deja a este pueblo amigo, y si no se hace con absoluta justicia este pueblo oprimido se sentirá humillado, y luego levantará la cabeza contra el agresor: el oprimido siempre levantará la cabeza, y entonces volverá su furor contra el agresor.

La muerte, esa realidad que hace pensar

El sentido de nuestra vida se muestra con toda su evidencia cuando aparece la muerte, “frente a la muerte el enigma de la condición humana alcanza su cumbre” (Catecismo, 1006): nuestra vocación se manifiesta ahí con toda su grandeza, en el momento que vamos al encuentro con Dios, si no hay una clara conciencia de para qué vivimos, ese trance se ve como un obstáculo para la realización personal, y es amargo hasta el infinito, pues todo se acaba.

La Madre Teresa de Calcuta y el amor a los hermanos

La Madre Teresa de Calcuta y el amor a los hermanos 

Un día le dijo un señor a la Madre Teresa de Calcuta: - El trabajo que tú haces, yo no lo haría ni por todo el oro del mundo”. A lo que Teresa de Calcuta le respondió: “ -Yo tampoco: tomamos fuerza de la adoración a Jesús Sacramentado”. Esta anécdota se cuenta tanto de la Madre como de alguna de sus hijas, y expresa un hecho: la entrega por amor, sin condiciones, que da felicidad.

La honorabilidad intelectual

La “honorabilidad intelectual” –la coherencia-, hoy día no está de moda. Significa ser yo mismo, ser auténtico. Todos sabemos como la clase intelectual europea era comunista en los años 70, y luego se ha pasado a otras corrientes sin decir ni siquiera un “me equivoqué”, sin que aquellos profesores de Historia o Filosofía dijeran: “estaba vendido al sistema, no pensaba por mí sino por la moda”. Esto también pasa hoy, cuando en entrevistas se dice lo “políticamente correcto”, lo que queda bien, y el miedo a quedar mal hace que pocos intelectuales se manifiesten como católicos.

La fuerza interior

Lei hace poco de un niño al que le encantaban los circos, y lo que más le gustaba eran los elefantes. En una función había uno que deslumbraba por su poderío, su tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación el enorme animal quedaba atado por una de las patas con una sencilla cadena sujeta a una pequeña estaca clavada en el suelo: no era más que un pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra; se preguntaba cómo un animal con fuerza capaz de arrancar árboles no arrancaba la estaca. ¿Qué le impedía liberarse?

El verano y la amistad

          Ratzinger decía que “se encontró en una excavación romana en el norte de África una inscripción del siglo II o III, en el mercado argelino de Fimgad, en la que se leían estas palabras: Cazar, bañarse, reír: eso es la vida”, y se acordaba de esto cuando la riada de turistas europeos vienen hacia el Sur “en busca de la vida”, pues piensan –hoy como hace 2000 años- que el tiempo que pasan en los lugares de trabajo es un no vivir, y que vacaciones es “búsqueda de la felicidad”, “deseo