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O

O tú o él

La de hoy es una noticia de campanas. Un canto a la vida. Uno de esos episodios que a uno le hacen ganar confianza en el ser humano y en la infinita fuerza del amor que palpita en cada corazón generoso.

Acaba de ocurrir en Italia, pero sigue ocurriendo en diversas partes del mundo, porque Rita no ha sido la primera ni será la última.

Obedecer a la Iglesia con amor

Una de las señales más claras de autenticidad cristiana es la obediencia. Un santo obedece cuando llega una orden difícil, quizá incluso una condena incomprensible que deciden los superiores. Es difícil explicarlo a las personas que están fuera de la Iglesia, a quienes sólo piensan en clave de derechos y de deberes, de normas y de justicia. Es difícil, hemos de reconocerlo, explicarlo también a muchos católicos, que no entienden por qué un laico ejemplar o un sacerdote bueno sufren un castigo, son dejados de lado, señalados como culpables sin ningún proceso.

Ojos limpios

Cada mirada proyecta un mundo fuera de sí. Un mundo de esperanzas o de miedos, un mundo de alegría o de dolor, un mundo de esfuerzo o de fracaso, un mundo de paz o de rencores arraigados.

Nuestros ojos se cruzan con tantos rostros que nos hablan... En cada encuentro, buscamos ocultar la pobreza interior o dar un poco de ese amor que hemos recibido de Dios.

Oración por las vocaciones 1

Oración por las vocaciones

Padre bueno, dueño de la mies,

escucha la oración de tus hijos.

concédenos muchas y muy santas

vocaciones sacerdotales,

consagradas y laicales, garantía de vitalidad para el porvenir de tu Iglesia. Haz que los sacerdotes,

los consagrados y los laicos

seamos testimonio de caridad

por nuestra total entrega a ti

y a nuestro prójimo, danos a todos sabiduría para descubrir tu llamado y generosidad para responder con prontitud.

Oración para cerrar los ojos y acción de gracias por la ceguera

¡Ciérrame los ojos, Padre,

en esta madura luz del día!

¡Déjame cerrar los ojos

y enséñame a mirar a ciegas!

No, no me importa nada…

Que otros pregunten y no entiendan;

quiero ser otra vez un niño

y andar solamente a tientas.

Ofusca entonces mis sentidos;

absórbeme, úneme a tu sacrificio;

mira que hace mucho tiempo

soy lágrima contigo.

Regálame tu llama

que yo seré antorcha.

Guíame en la noche

del dolor que purifica,

en la noche de la fe

que es olvido en tus manos.

La otra cara del amor

 El libro del record guinnes 2005 coloca al Estado Vaticano como el país con la renta per cápita más elevada del planeta, como el país al que más dinero entra. Y es verdad. En un espacio de 44 hectáreas, con una población de unos 900 habitantes y con tanta afluencia turística, no podía ser de otra manera. Lo que no dice el libro es que los religiosos y religiosas, los obispos, cardenales y guardias suizos que allí viven, no se gastan el dinero en bares, viajes de placer o casinos.

Ofertorio

Ofertorio

Toma, Señor, este pan.

Trigo sembrado,

pan amasado

con el sudor de la frente.

Sea trigo transparente

de tu cuerpo en el altar.

Toma, Señor, este pan

Toma, Señor, esta copa.

Vino de gozo,

don generoso

de nuestro campo soleado.

Sea signo consagrado

de tu sangre redentora.

Toma, Señor, esta copa.

Toma, Señor, lo que tengo.

Hoy me lo das,

hoy te lo entrego.

Y recibe la canción

de profunda adoración,

homenaje de tu pueblo.