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Lo que las Sagradas Escrituras sí enseñan sobre el fin del mundo

Para que el mundo se acabe deben cumplirse antes ciertos acontecimientos

Advierte san Pablo: «Por lo que respecta a la venida de nuestro Señor Jesucristo... os rogamos, hermanos, que no os alarméis... por alguna manifestación del Espíritu, por algunas palabras... que os hagan suponer que está inminente el Día del Señor... Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse... el Hijo de perdición» (II Tes 2, 1-3).

Esto significa que el mundo no se acabará sin que antes sobrevenga una serie de acontecimientos.

El ligue en las fiestas tiene reglas

Tus padres te dirán que si vas a una fiesta o a un antro no hables con personas desconocidas, sin embargo, no por el solo hecho de ser desconocida tiene malas intenciones, pero hay que poner los medios para no correr peligro.   

El periódico Picacho hizo una serie de encuestas entre los jóvenes, que a continuación citamos. La experiencia de algunos jóvenes dice que:  

La ley del menor esfuerzo

Cuando
analizamos a las grandes personalidades, cuando indagamos su historia,
a pesar de sus variadas ideas, personalidades y maneras de trascender,
descubrimos que todas llevan algo en común: cada una luchó arduamente
para alcanzar su ideal, lo cual seguramente no fue nada fácil.

Imaginemos por ejemplo al descubridor de la Penicilina, Alexander
Fleming, ¡cuántos días y noches, cuánto esfuerzo y dedicación le habrá
implicado descubrir este gran avance de la medicina! O bien, Ghandi,