¿Crees
que nunca lograrás que tus hijos pequeños aprendan a respetar las cosas
de los demás? ¿Te parece una labor demasiado complicada? ¡Pues no lo
es!
Si desde temprana edad les inculcas el respeto por los objetos de
los demás verás grandes resultados. No es tan difícil, sólo necesitas
un poco de paciencia, predicar con el ejemplo y enseñarles poco a poco
a respetar las cosas ajenas. Los niños son como esponjitas que absorben
todo lo que hay a su alrededor.
Si tienes más de un hijo...
La tarea se facilita si tienes más de un hijo. Puedes comenzar por
explicarles que todos tenemos predilecciones sobre ciertas cosas y que
queremos que los demás también las cuiden.
Les puedes poner el ejemplo del juguete favorito de uno de ellos y
preguntarles qué pasaría si éste se descompone o se rompe porque lo
tomamos sin permiso. Continúa comentándoles que lo más probable que
suceda es que su hermanito o hermanita se sentirá triste y hasta se
podría enojar, algo que seguramente no desean.
Aprovecha este momento y diles que por eso es muy importante pedir permiso al dueño del objeto para tomarlo o jugar con él.
Enséñale a comprender por qué es necesario el respeto hacia las cosas:
* Diles que la palabra mágica es por favor pero recuérdales que no siempre dará resultado.
* Enséñales a tratar al objeto o juguete como si fuera propio; diles que a ellos no les gustaría que maltrataran lo suyo.
* Diles que hay que regresarlo cuando se los pidan o a la hora en
que se los indicaron; si lo hacen es muy probable que se los vuelvan a
prestar.
* En dado caso que se haya estropeado, hay que enseñarles que
debemos arreglarlo. Lo pueden pegar, cocer o adquirir uno nuevo, según
sea el caso. Coméntales que por este motivo es indispensable que cuiden
las cosas.
Si es hijo único
En dado caso que sólo tengas un hijo es posible que esté
acostumbrado a pensar que todo se lo merece, por lo que te recomiendo
invitar a sus primos o compañeros de la escuela para que al mismo
tiempo que aprende a compartir, aprenda a respetar los juguetes de
ellos.
Aunque te parezca algo simple te podrás dar cuenta que le será de
gran utilidad a tu hijo o hija puesto que al momento de encontrarse
lejos de tu cuidado, como cuando asiste al kinder o a la escuela, por
ejemplo, conocerá que debe cuidar y pedir prestado los objetos que no
le pertenecen.
Dulce Firmeza
Muéstrate siempre firme ante el respeto de las cosas ajenas y sobre
todo ¡predica con el ejemplo! Siempre sé congruente entre lo que dices
y haces y si vas a corregir algo en tu pequeño, hazlo con dulzura.
Recuerda que los niños oyen sin necesidad de gritos ya que con ellos en
vez de que nos escuchen se asustarán y no lograremos que nos
comprendan. Hablémosles con amor y armémonos de paciencia para educar a
los jóvenes del futuro. ¡Adelante!
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