Es muy fácil ser feliz
Realmente es muy fácil ser feliz. A mí me dan pena los hombres que andan como locos tras la felicidad. Piensan que está en el dinero, en los viajes, en las diversiones, incluso en la droga, en el sexo. Y no se dan cuenta de que la felicidad está dentro de cada uno, en aceptar o no aceptar a Cristo.