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El engaño

 Nos duele descubrirlo: fuimos engañados. Pusimos nuestra confianza en aquella persona. Pensamos que nos amaba, que quería nuestro bien. Le abrimos el corazón, le dejamos un lugar en la propia vida.

Un día, un dramático día, descubrimos que todo era engaño. No había amor, sólo quería aprovecharse de mi confianza. Alguien quiso pasar un rato agradable conmigo, o simplemente estaba viendo hasta dónde llegaba mi ingenuidad, o quería quitarme algo de dinero.

El esplendor de la verdad

"El esplendor de la verdad brilla en todas las obras del Creador". Con estas palabras empezaba la gran encíclica del Papa Juan Pablo II sobre la vida cristiana, sobre nuestra moral, publicada con fecha 6 de agosto de 1993. Las dos primeras palabras de la encíclica son Veritatis splendor, "el esplendor de la verdad".

Vale la pena detenerse en estas dos palabras, y desde ellas pensar en lo que nos quería decir el Papa, que, en definitiva, deseaba ofrecernos una motivación y un recuerdo de lo que debe ser nuestra vida como cristianos.

El árbol caído

 

 

El árbol caído está ahí, al alcance de todos. Cualquiera puede llegar para arrancar sus ramas, partir su tronco, usar su leña para el fuego o para las mil posibilidades de la carpintería.