Borracheras
Resulta bastante fácil iniciar una borrachera. Un vaso, otro, y otro. El cuerpo reacciona. Una sensación de placer, de entusiasmo, de fuerza, invade el corazón. Todo parece fácil. Desaparecen los complejos. Uno empieza a reír a carcajadas, a decir lo que piensa sin temor, sin respeto humano.