Cuenta el Dr. Jorge Bucay que muchas personas acuden a él contando que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan sólo para subsistir y no saben en qué ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas. Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro: “Depresión” y la infaltable receta del antidepresivo de turno.
Entonces, después de escucharlas, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan es ¡un amante!... A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición:
Amante es: “Lo que nos apasiona”. Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y también, a veces, no nos deja dormir. Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido. A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby... En fin, es “alguien” o “algo” que nos pone de “novios con la vida” y nos aparta del triste destino de simplemente durar. Y ¿qué es durar?
Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar cómo viven los demás, es tomarse la presión varias veces al día, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío y del calor; de la humedad, del sol y de la lluvia. Durar es posponer la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.
Puedo suponer que lo que propone Bucay no sea más que la aplicación de la Logoterapia creada por el aquel maravilloso psiquiatra Víctor Frankl quien acumulara 29 doctorados honorarios en distintas universidades del mundo; enseñando, entre otras, en Harvard y Stanford.
El Dr. Bucay nos dice: Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, se tú también un amante y un protagonista de la vida. Piensa que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvida de nadie. Lo trágico es no animarse a vivir. La Psicología , después mucho, descubrió algo trascendental: Para estar activo y sentirse feliz hay que estar de novio con la vida.
Por mi parte he de aclarar que hay un amante fiel: Dios, y aunque a veces no lo vemos, sí se deja encontrar por los que lo buscan.