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El Acontecimiento Guadalupano es reconciliador

El pueblo mexica era esencialmente guerrero. Inicialmente, cuando venían de Aztlán buscando tierras, andaban sin rumbo y no eran recibidos por ningún pueblo. Se tenían bien ganado ese rechazo porque, cuando, por ejemplo, habían conseguido la buena voluntad del Tlatoani de Culhuacan, en cuyo territorio residían, le pidieron a su hija para convertirla en diosa de la guerra. El Tlatonani accedió. Poco después los aztecas invitaron al Tlatoani y apareció el brujo bailando revestido con la piel desollada de su hija.

Autoridad política mundial

Al final del capítulo quinto de su carta encíclica “Caritas in veritate” el Papa propone una iniciativa particularmente ambiciosa, orientada a conseguir con mayor eficacia condiciones de vida justas y pacíficas entre los diversos pueblos del orbe. En sus propias palabras habla de la “urgencia de la reforma tanto de la Organización de las Naciones Unidas como de la arquitectura económica y financiera internacional. Urge la presencia de una verdadera Autoridad política mundial.

El “Angelus”

La 4ª aparición de la Virgen en Fátima no fue posible el 13 de agosto de 1917, porque en este día el alcalde tenía prisioneros a los 3 niños para  tratar de hacerlos decir que ellos no habían visto a la Virgen, aunque no lo logró. La aparición sucedió unos días después. La Virgen les dijo en esta aparición: "Recen, recen mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Tienen que recordar que muchas almas se condenan porque no hay quién rece y haga  sacrificios por ellas".

Acto de confianza en Dios

Acto de confianza en Dios

Dios mío, estoy tan persuadido de que velas sobre todos los que en Vos esperan y de que nada puede faltar a quien de Vos aguarda toda las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin cuidado alguno, descargando sobre Vos todas mis inquietudes. Mas yo dormiré en paz y descansaré; porque Tú ¡Oh Señor! Y sólo Tú, has asegurado mi esperanza.

Los ángeles, nuestros amigos invisibles

Para saber

Hay dos fiestas litúrgicas cercanas que tienen algo en común: se refieren a los ángeles. Una es el 29 de septiembre, en que celebramos a tres arcángeles: San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Y la otra es el 2 de octubre, día dedicado a los Santos Ángeles Custodios.

Estas fechas nos pueden llevar a considerar nuestra relación con ellos. Las Sagradas Escrituras nos hablan constantemente de los ángeles y nos revelan que han estado presentes en momentos muy importantes en la Historia de la Salvación.

Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad.

Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad.

Tú me sondeas, Señor, y me conoces,
Has puesto sobre mí tu mano.
Tú formaste mis entrañas,
Tú me tejiste en el vientre de mi madre.
Tú conoces mi corazón y cada mañana
Tú me llamas por mi nombre.
Te doy gracias por tantos prodigios:
Soy una obra prodigiosa,
Todas tus obras son maravillosas.

Tu sabes bien que no soy más que oración delante de tu faz.

Al final del día 2

Al final del día

 

Dios todopoderoso y eterno, que has querido asistirnos en el trabajo que nosotros, tus siervos inútiles, hemos realizado hoy, te pedimos que, al término de este día, acojas benignamente nuestro trabajo vespertino de acción de gracias y recibas con bondad la alabanza que te dirigimos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

Amén.

Al final del día 1

Al final del día

 

Tú, Señor, que iluminas la noche y haces que después de las tinieblas amanezca nuevamente la luz, haz que, durante la noche que ahora comienza, nos veamos exentos de toda culpa y que, al clarear el nuevo día, podamos reunirnos otra vez en tu presencia para darte gracias nuevamente.  Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quién contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

 

Amén.