Peligros contra la familia y la vida
No es fácil conseguir que los defensores del aborto reconozcan el error de su postura. Pero vale la pena tender la mano, una y mil veces, para ayudar, para razonar, para explicar, para defender la vida de cada hijo.
Hay en juego mucho, muchísimo. Está en juego el corazón de cada mujer que ha empezado a ser madre. Necesita apoyos concretos, manos amigas, consejos médicos. Necesita, sobre todo, abrir el corazón a Dios para reconocer en su hijo un don maravilloso, una aventura que inicia en el tiempo y que avanza hacia la eternidad.
Por eutanasia se entiende una acción u omisión que por sí misma busca la muerte en orden a eliminar el sufrimiento.
Una sociedad avanzada es la que logra evitar la soledad de los ancianos, la que cuenta con médicos que saben cuidar cuando ya no pueden curar, la que ofrece los cuidados para dominar el dolor. En cambio, legalizar la eutanasia es una declaración de derrota social. El tema de la eutanasia no es tanto el sufrimiento del enfermo, sino el sufrimiento del que lo cuida y ayuda. Hoy día no se quiere sufrir.
Cuando celebramos la Pascua vemos que Cristo está vivo; está entre nosotros, pero a veces se oculta. En Pentecostés Dios nos dice: “Yo te quiero tanto que no me conformo con vivir contigo. Ahora soy Dios en ti. Voy a estar dentro de ti y te voy a dar inspiraciones concretas”.
Una amiga me contó que en Inglaterra encienden la televisión y –como por arte de magia- encuentran un programa tras otro sobre brujería o ciencias ocultas. Los programas con tema siniestro y de brujería han proliferado. Entre ellas está Buffy, que es una brujita que lucha contra los vampiros. Otros programas sacan a un simpático dragón –animal lleno de simbolismo-, o buscan algo extraño que hay “allá afuera” ¿Es esto sólo una diversión...?
Juan Claudio Sanahuja revelaba en Noticias Globales (cf. 1.09.2009) que la UNESCO dio a conocer el 27 de agosto de 2009 la Guía de Educación Sexual para el Empoderamiento de los Jóvenes. En sus 98 páginas, el documento en el que también colaboró la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de las Naciones Unidas para la Población, se incita a enseñar a los niños de 5 años la masturbación, por ejemplo.
La decisión que tomó el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el pasado mes de marzo, de financiar con fondos federales la investigación con células madre generadas mediante la destrucción de embriones humanos (células madre embrionarias) ha vuelto a avivar la polémica respecto de un tema caracterizado por complejas implicaciones bioéticas.
¿Qué hace la Iglesia Católica en relación al SIDA?, ¿se limita exclusivamente a ofrecer principios morales que cargan la conciencia de las personas y terminan por fomentar el contagio?, ¿se trata exclusivamente de imponer principios doctrinales cerrando los ojos a la evidencia?, ¿busca solucionar moralmente un problema de salud pública? ¿es una institución retrógrada y cerril, que no acepta a revisar sus propios principios teóricos ante la evidencia de su ineficacia?
Entrevista a Edward Green, profesor en Harvard y experto en sida
Únicas evidencias científicas: fidelidad y abstinencia
La familia: es lo más íntimo del ser humano. El lugar en donde el ser humano es iniciado y educado para entender el planeta al que llegó. El lugar en donde le es sembrado su sistema de preferencias, sus gustos y sus amores.
El lugar en donde aprende a distinguir, a calificar, a dirigir y a entender sus sentimientos. Es el lugar, pues, en donde es formado, en donde empieza a utilizar y a manejar sus dos grandes sistemas de aprendizaje: el intelectual y el emocional.
La gran mentira de nuestro tiempo es que los condones y la “educación sexual” son la respuesta al problema del embarazo adolescente y el modo de evitar las enfermedades de transmisión sexual. Por el contrario, la “educación sexual” que se pretende impartir es parte del problema, y no parte de la solución.