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Jóvenes

Cuaresma: Encuentro con Cristo

1) Para saber

Ha sido costumbre los últimos 25 años que el Papa dirija a los jóvenes un mensaje al iniciar la Semana Santa, el Domingo de Ramos. En esta ocasión ha tomado las palabras que un joven, pudiendo ser cualquiera de nosotros, le dirige a Jesucristo: "Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" (Mc 10,17).

Te quiero querer siempre

Nuestra hija adolescente llegó muy preocupada de su clase porque la maestra les comentó que el enamoramiento dura menos de cuatro años… “Papá, le preguntó a mi esposo, ¿no sientes mariposas cuando ves a mi mamá? ¿Estás enamorada de ella?¿Mi maestra dice que el enamoramiento dura menos de cuatro años y ustedes tienen más de 25 años de casados”.

La gente joven está por la vida

Dos hechos recientes indican la caída de la tendencia abortista mundial. El primero, celosamente ocultado por los medios de opinión, es que la gente joven se aleja de los abortistas y, según las actuales encuestas, es cada vez más partidaria de la vida humana, en especial la vida humana por nacer. El segundo indicador ha sido el fracaso de los grupos abortistas por impedir la emisión de un fuerte anuncio pro-vida durante la 44ª edición de la Super Bowl de Estados Unidos, el pasado domingo 7 de febrero.

El sexo de los infelices

Andaban dos monjas por la calle, cuando un grupo de muchachos comenzó a increparles con obscenidades. La de más edad se volvió con sonrisa socarrona: «Si os interesa tanto el sexo, tenemos la próxima semana un taller muy interesante en el colegio, al que estáis invitados». «¡Pobres chicos! -se volvió hacia la joven-. ¡A su edad, y todavía andan así de perdidos!»

¿Necesito controlar los celos?

— Cuando él mira a otra, ¡no puedo soportarlo!

— Cuando ella mira a otro, ¡No lo soporto!

Reconócelo, por más que quieras, no puedes remediarlo, y fiscalizas todo lo que él o ella hace. Piensas que es normal, que es parte del amor.

¿Cuándo llegan a ser los celos un problema?

Los celos son una emoción complicada que provoca desconfianza acompañada de pensamientos de desamor hacia la persona amada. Es normal sentirlos, sí, pero no con intensidad. No es normal que sin tener motivo desconfíes de tu pareja, y la sometas a pruebas de afecto constantes.