Pasar al contenido principal

Educar en valores y virtudes

La formación de los adolescentes ¿Ir contra la corriente?

“-¡Ya bájale! ¡Eres demasiado rígido; “aflójale”! ¡Tienes que abrirte a los nuevos tiempos! ¡No puedes ser tan retrógrado, tan escrupuloso! ¡Tienes que ser más ‘open mind’!”

Estos comentarios los recibía un amigo mío por parte de otros padres de familia. Él tiene tres hijos entre los 16, 15 y 14 años (una chica y dos varones) y las críticas se debían a que tiene por costumbre llevarlos y recogerlos los sábados por las noches, cuando ellos van a fiestas.

Mi villano favorito

Directores: Chris Renaud y Pierre Coffin

Voces: Andrés Bustamante y Aleks Syntek

Mi  villano favorito es una excelente opción de entretenimiento para estos últimos días de vacaciones.

Con animación computarizada de personajes simpáticos y novedosos, esta película cuenta la historia de Gru,  un incipiente villano cuya mayor ambición es convertirse en el  malvado más grande y reconocido del mundo. 

Toy Story III: la nobleza, la amistad y el trabajo en equipo

Recientemente llegó a la cartelera la tercera parte de Toy Story, una divertida y creativa película cuyas dos primeras partes cautivaron al público de todas las edades en la última mitad de la década de los 90. Realizada por los estudios Pixar y distribuida por Walt Disney Pictures. Toy Story I siempre será recordada en la historia del cine por ser la primera película animada por computador.

Educación del carácter

El carácter de un hombre es su destino. Todos desearían que las personas que están a su cargo fueran de una pieza: sinceras, armoniosas... es decir, personas de carácter. El carácter es la cualidad humana gracias a la cual las potencias superiores –inteligencia y voluntad- predominan sobre las potencias inferiores.

Cuaresma

Cuaresma es tiempo de purificación, para recordar los cuarenta días que Jesús pasó en oración y ayuno para preparar su ministerio público. La liturgia del Miércoles de Ceniza nos invita a incrementar el ayuno, la oración y las obras de caridad, las tres prácticas penitenciales por excelencia. Y todo esto con alegría, pidiendo a Dios que, al luchar contra el espíritu del mal, seamos protegidos con las armas de la austeridad.