Jesús Está Conmigo, Dios Está Conmigo
2 R 5, 1-15
Lc 4, 24-30
2 R 5, 1-15
Lc 4, 24-30
El tema del corazón contrito, de la conversión del corazón es el tema que debería de recorrer nuestra Cuaresma. Es el tema que debería recorrer toda nuestra preparación para la Pascua. La liturgia nos insiste que son importantes las formas externas, pero más importantes son los contenidos del corazón.
La Cuaresma que se nos puede presentar simplemente como camino de penitencia, como un camino de dolor, como un camino negativo, realmente es todo lo contrario. Es un camino sumamente positivo, o por lo menos así deberíamos entenderlo nosotros, como un camino de crecimiento espiritual. Un camino en el cual, cada uno de nosotros va a ir encontrándose, cada vez con más profundidad con Cristo.
Confiar en Dios requiere, de cada uno de nosotros, que nos pongamos en sus manos. Esta confianza en Dios, base de la conversión del corazón, requiere que auténticamente estemos dispuestos a soltarnos en Él.
Nuestra vida no es simplemente una serie de circunstancias, una serie de días que van pasando uno detrás de otro, sino que todos los días de nuestra vida son un don de Dios, no sólo para nosotros, sino sobre todo un don de Dios para los demás, para aquellos que viven con nosotros. Un don de Dios que requiere, por parte nuestra, reconocerlo y hacernos conscientes de que efectivamente es un regalo de Dios. Y permitir, como consecuencia, que en nuestro corazón haya un espíritu agradecido por el hecho de ser un don de Dios.
¡Cuántos corazones heridos de amor errado! ¡Cuántos ayes en el escandaloso silencio de almas desgarradas forman la sinfonía de los tropiezos sentimentales! ¿Casualidad?, ¿destino?, ¿voluntad divina, o capricho humano?, ¿vanidad, inexperiencia, maldad… o simple fragilidad? ¿Por qué a veces sólo aparece ante nuestros ojos la disyuntiva entre sufrir, o sufrir más?
En la puerta de un hospital hace poco más de un año:
-Padre, perdone: ¿Ya se va?
-Sí, sólo viene a atender a un paciente.
-¿No podría pasar a ver a mi hermana? Le acaban de decir que su bebé probablemente tenga Síndrome de Down.
-¿En qué cuarto está?
Según parece cada día aumenta el número de divorcios y no sólo en los Estados Unidos, sino en países como el nuestro, donde tenemos una estructura familiar mucho más sólida y sana. Por lo cual nunca estará de más profundizar en esta triste realidad que, suele ser la puerta de escape de las crisis matrimoniales. Una puerta de escape en un avión es algo que solamente en situaciones de gravedad excepcional debe usarse.
A veces no me resulta fácil hilar las ideas para escribir el artículo comprometido con la redacción del periódico para cada semana; y ésta es una de esas ocasiones. Por lo que ahora, me tapo con un parche el ojo izquierdo, me visto una camisa de seda tres tallas más grandes de los que realmente necesito, me dejo crecer la barba una semana, me subo a una galera de velas hinchadas por el viento, y con un sable en la mano: me convierto en...: “pirata”. Chan, chan, chan chán, y a copiar textos de otros.
La revista Telva publicó una interesante entrevista de Pilar Cambra al Dr. –Oncólogo Manuel González-Barón y como habla de un tema siempre actual como es el de la muerte me pareció oportuno entresacar algunas ideas: