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Comunicación

Cielo e infierno

Lo que realmente importa es llegar al Cielo y ser felices por la eternidad;

para ello hay que pasar por trabajos, tribulaciones y pruebas ya que no estamos en el paraíso terrenal sino en pleno campo de batalla. El libro del Apocalipsis dice que los que están delante del Cordero, esto es, de Jesús “son los que han venido de una tribulación grande, y lavaron sus vestiduras y las blanquearon con la sangre del Cordero” (Apoc 7,14); es decir, los que confesaron sus pecados con verdadero arrepentimiento.

Caridad y cariño a los demás

Nunca se sabe lo que un niño va a decir: Al Leo Buscaglia, se le solicitó que fuera parte del jurado de un concurso. El propósito del concurso, era encontrar al niño más cariñoso. El ganador fue un niño de 4 años cuyo vecino era un anciano a quien recientemente se le había muerto la esposa. El niño, al ver al hombre sentado en una banca del patio y llorando, se metió al patio del anciano, se subió a su regazo y se sentó. Cuando su mamá le preguntó que le había dicho al vecino el pequeño niño le contestó:

─ "Nada, sólo le ayudé a llorar". 

Vértigo y Éxtasis

En la vida podemos seguir dos procesos: el proceso de “éxtasis” y el de “vértigo”. Son dos formas opuestas de comportarnos: Una que nos construye como personas y otra que nos destruye; una que nos lleva a la felicidad, y otra que nos hunde en la desesperación; una inspirada en una actitud de generosidad y otra basada en el egoísmo.

Los celos me matan

Muy buenas tardes Rebeca, le escribo ya que llevo horas buscando información sobre los celos en internet y este artículo suyo: "Los celos revelan una inseguridad interior",  me ha logrado llegar y explica muy bien lo que siento, pues creo que estoy muy consciente de mi problema, que soy muy celosa y que desearía no serlo o al menos mejorarlo, por favor recomiéndeme un libro o  déme un consejo, me siento muy mal y no quiero sentirme mas así. Gracias. Amparo a

María, nos defiende del maligno

María nos defiende del poder del maligno, que siempre está al acecho para hacernos pecar y alejarnos de Dios. Y, en caso de pecar, Ella, como buena madre, nos busca y nos espera para presentarnos arrepentidos ante Jesús.

San Alfonso María de Ligorio cuenta en el libro Las Glorias de María la famosa historia de Teófilo, escrita por Eutiquiano, patriarca de Constantinopla, testigo ocular de esta historia y confirmada por san Pedro Damián, san Bernardo, san Buenaventura y otros.