¿Qué es la tibieza?
Juan Pablo II decía que le tenía más miedo al estado de bienestar de Suecia que a la persecución de Stalin. La persecución nos hace vibrar; el bienestar y la excesiva comodidad llevan a la tibieza al aburguesamiento del alma.
Gran parte de los desequilibrios que fatigan al mundo moderno están íntimamente relacionados con el corazón del hombre, capaz de lo más sublime y de lo más depravado. Benedicto XVI dice que el cáncer más virulento es la apatía del corazón, corazón que no busca la rectitud.