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Dios

El agua de la vida

EL AGUA DE LA VIDA.
 
Concédeme la gracia,
tantas veces pedida,
y sáciame del Agua de la Vida.
 
Que brille la mañana,
que nazca una sonrisa,
al dulce son del Agua de la Vida.
 
¡Qué triste está mi alma!
¡Qué sola y qué perdida,

Adeste

ADESTE, FIDELES.
 
1.- Adeste, fideles,
laeti, triunphantes.
Venite, venite
in Bethlehem.
Natum videte,
regem angelorum.
 
Venite, adoremus,
venite, adoremus,
venite, adoremus
Dominum.
 

A ti levanto mis ojos

A TI LEVANTO MIS OJOS
 
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
A ti levanto mis ojos,
porque espero tu misericordia.
 
1.- Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
así están nuestros ojos en el Señor
esperando su misericordia.
 
2.- Cómo están los ojos de la esclava
fijos en las manos de sus señora,
así están nuestros ojos en el Señor,
esperando su misericordia.
 

Ángeles y demonios

Hay algunos que niegan la existencia de los ángeles tanto buenos como malos. Dicen que es un mito común a casi todas las religiones paganas. Dicen que es una forma literaria de expresar los buenos impulsos y la presencia del mal en el mundo.

Amar es acercar a la gente a Dios

Juan Pablo II recordaba: “Precisamente porque el hombre es un ser personal, no se pueden cumplir las obligaciones para con él si no es amándolo”  (Memoria e identidad, Planeta, México 2005, p. 165)

El apostolado se fundamenta en el trato personal, en la amistad y en el cariño, y así la confidencia surge espontánea. Hemos de ir por un plano inclinado con los amigos y con los hijos. Primero lo humano: la

Alegría y optimismo

Que importante es que caminemos in novitate sensu, con la novedad de encontrar que todo es gracia, que cada día supone un regalo inmenso de Dios a cada uno. Pero hoy, ya no es tan fácil encontrar la alegría; de hecho, se ha vuelto más bien excepcional.  

Un documento antiguo explica: Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el mal (PASTOR DE HERMAS, Mand. 10, 1).

“Expertos” en oración

El hombre está hecho para hacer oración. Dios espera esa confidencia nuestra. Si no vamos al paso de Dios es por falta de oración. La realidad es como la vemos en la oración. Vamos a apostarle a ser “expertos” en oración, y para ello hay que pedir ayuda al Señor y poner esfuerzo de nuestra parte. La dignidad de nuestra llamada al amor se nos descubre en la oración.  

La oración es un sí a Dios. Es lo más grato que le podemos dar: orar. San Juan de la Cruz decía que es más precioso delante de Dios un poco de amor puro que todas las obras juntas.