Dios
Adeste
A ti que estas sentado en tu sillon
A ti levanto mis ojos
Devoción a la Santísima Trinad
“El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio central de la fe y de la vida cristiana. Es el misterio de Dios en sí mismo. Es, pues, la fuente de los otros misterios de la fe; es la luz que los ilumina. Es la enseñanza más fundamental y esencial en la jerarquía de las verdades de fe” (CIC, 234).
Coherencia de vida y Doctrina Social
Hay tres puntos que hemos de conseguir para que nuestra acción social sea coherente con nuestra fe:
· Conocer la Doctrina Social de la Iglesia
· Ejercer nuestras actividades temporales a la luz de esa doctrina
· Procurar que los principios que contiene sean comprendidos por los demás.
Ángeles y demonios
Hay algunos que niegan la existencia de los ángeles tanto buenos como malos. Dicen que es un mito común a casi todas las religiones paganas. Dicen que es una forma literaria de expresar los buenos impulsos y la presencia del mal en el mundo.
Amar es acercar a la gente a Dios
Juan Pablo II recordaba: “Precisamente porque el hombre es un ser personal, no se pueden cumplir las obligaciones para con él si no es amándolo” (Memoria e identidad, Planeta, México 2005, p. 165)
El apostolado se fundamenta en el trato personal, en la amistad y en el cariño, y así la confidencia surge espontánea. Hemos de ir por un plano inclinado con los amigos y con los hijos. Primero lo humano: la
Alegría y optimismo
Que importante es que caminemos in novitate sensu, con la novedad de encontrar que todo es gracia, que cada día supone un regalo inmenso de Dios a cada uno. Pero hoy, ya no es tan fácil encontrar la alegría; de hecho, se ha vuelto más bien excepcional.
Un documento antiguo explica: Una persona alegre obra el bien, gusta de las cosas buenas y agrada a Dios. En cambio, el triste siempre obra el mal (PASTOR DE HERMAS, Mand. 10, 1).
“Expertos” en oración
El hombre está hecho para hacer oración. Dios espera esa confidencia nuestra. Si no vamos al paso de Dios es por falta de oración. La realidad es como la vemos en la oración. Vamos a apostarle a ser “expertos” en oración, y para ello hay que pedir ayuda al Señor y poner esfuerzo de nuestra parte. La dignidad de nuestra llamada al amor se nos descubre en la oración.
La oración es un sí a Dios. Es lo más grato que le podemos dar: orar. San Juan de la Cruz decía que es más precioso delante de Dios un poco de amor puro que todas las obras juntas.