La Iglesia, temas de Apologética
La iglesia anglicana, que surgiera en Inglaterra por decreto del rey Enrique VIII en 1539 cuando ordenara la separación religiosa de su país de la obediencia del Papa, ha experimentado en años recientes cambios que se han derivado en aceptación de unos y en rechazo de otros de sus fieles, al punto de que ya existe una clara línea divisoria entre el anglicanismo tradicional y el moderno.
Es realmente gozosa la noticia recibida esta semana desde Roma y Londres simultáneamente, que augura una unión más cercana entre católicos y anglicanos. Para comprender la dimensión del paso que se ha dado es necesario hacer un poco de historia. El rey Enrique VIII de Inglaterra en 1534 consumó la división entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Inglaterra como respuesta a la negativa del Papa Clemente VII de anular su matrimonio legítimo con Catalina de Aragón, para unirse en nuevas nupcias con Ana Bolena (a la que por cierto, después decapitó).
Dios ha hecho a los hombres con el fin de conducirlos a la salvación. Pero el hombre no es sólo cabeza, sino también corazón. Por eso Dios ha hablado al entendimiento y también al corazón del hombre, todo para obtener la conversión.
¿Cuál es el centro del domingo —o mejor— de “tu” domingo? un paseo, el cine, el trabajo, la comida familiar... A veces el centro no es Dios porque no sabemos lo que implica cumplir el precepto dominical, porque el domingo debería de ser el “Día del Señor”.
Grupo Milenio, un conglomerado mediático mexicano de relativa difusión en ese país, ha desplegado durante el verano de 2009 una campaña de autopromoción bajo el lema “el futuro del periodismo”.
La publicidad en televisión y en megacartelones próximos a avenidas muy transitadas en algunas de las principales ciudades del país ha girado en torno a un tema que podría parecer fuera de lugar pues se trata de un detalle clerical.
En la ciudad de Roma hay un edificio llamado Pedagogium. Se encuentra en la colina del Palatino, donde alguna vez estuvo el Palacio de los Emperadores. Sobre una pared hay un grafiti que representa a un crucifijo, con una persona hincada que reza delante de él. Debajo de la pintura hay una leyenda en griego que dice: “Alexamenos adora a su Dios”. Es la primera blasfemia “escrita” del occidente pagano. El crucificado tiene una cabeza de asno.
La aguja que llevaba el hilo. Habla la hermana de un Legionario de Cristo
Su primera respuesta fue: “Julieta, la Legión es de Cristo; la Legión es una gran costura al servicio de la Iglesia y el único autor es Dios nuestro Señor”. Me lo dijo con tanta paz y serenidad, con tanta bondad y seguridad, que no dudé que era mi hermano el que me respondía. Esas fueron sus primeras palabras. Después vinieron otras contestaciones que hoy, en honor a la verdad y a la caridad, me permito compartir junto a algunas reflexiones personales.
Este martes me llegó por correo electrónico la petición de un señor al que no conozco, pero quien amablemente me dice que frecuentemente lee lo que escribo, y pasa a plantearme su duda con estas palabras:
“Le escribo pues tengo la inquietud de cómo puedo responder a mis hijos con respecto una curiosa noticia. ¿Me puede decir cuál es la postura de la Iglesia con respecto al hallazgo de una supuesta tumba de Jesús? Además, dicen que es un descubrimiento de hace más de 20 años”. A lo cual me permití contestar:
Es una vieja acusación hecha a la Iglesia católica de que "está demasiado obsesionada con el sexo". No se puede negar que todo lo referente al sexo es una realidad primordial en las personas como en su entorno.
Quizás en el pasado la moral de la Iglesia era demasiado estricta. En la actualidad, han sido, precisamente, aquellos que inculpaban a la Iglesia de obsesión, los que han cogido la delantera y han hecho del sexo EL NEGOCIO más rentable.
Esta cundiendo el caso de personas bautizadas de pequeños en la Iglesia católica, que han dado su nombre a alguna secta de las muchas que pululan por España y que exigen se les dé certificado de su abandono y rechazo de la fe cristiana y que se les borre del libro de bautizos.
Son casos excepcionales y minoritarios, pero que impulsan a los pastores a replantearse con seriedad su pastoral prebautismal. Uno de los problema más serios que tiene que solucionar la Iglesia católica española es el de bautismo de infantes.