La Iglesia, temas de Apologética
Los enemigos de la Iglesia, entre ellos nuestros jacobinos dinosáuricos, festinan con bombo y platillo lo que, para ellos, es una gran crisis en la Iglesia y el derrumbamiento de la misma. Uno de ellos, de filiación priísta, acaba de escribir hace unos días que “vive la Iglesia católica sus horas más bajas en el orbe entero”; “la Iglesia católica vive un desastre moral, pastoral, catequético. De esta manera se pone en evidencia su debilidad creciente”.
Hace cinco años, contemplaba emocionado la Misa del Solemne Inicio del Pontificado de Benedicto XVI. Era de madrugada en el tiempo de nuestro País. Salió el sol y, en el ejemplar del periódico "a.m." de esa mañana, pude contemplar impreso un artículo mío sobre el sobre el recién elegido Pontífice. Que lejos estaba de pensar que cinco años después, el Papa Ratzinger iba a estar en el ojo del huracán.
El comunicado de los obispos después de la visita a las diversos centros de formación legionarios afirma que “Han visto la necesidad de redefinir el carisma de la congregación de los Legionarios de Cristo, preservando el núcleo verdadero, de la “Militia Christi”. En otras palabras, como en otras ocasiones les había dicho: “La Legión es de Cristo, siempre lo fue y siempre los será” (Pa’ servir a Dios y a Ud.)
Orar es algo sencillo. Tener fe no lo es tanto. ¿Quién no ha tenido en algún momento de su existencia dudas de su fe?
Desde hace miles de años cientos de hombres y mujeres han tenido épocas de incertidumbre, de soledad y desesperanza. Y que decir de las “noches oscuras” que han acompañado a numerosos santos a lo largo de la historia de la Iglesia.
1). Las denuncias:
Los primeros casos denunciados en los medios se presentaron por primera vez en Estados Unidos e Irlanda. Un amplio informe en Irlanda, difundido en los medios, pronto motivó a antiguas víctimas a denunciar a sus victimarios y cuyo abuso se había presentado desde años tan tempranos como 1940.
En estos últimos meses, observamos cómo se está atacando, de forma particular en algunos medios de comunicación y otros foros, a la figura del Papa Benedicto XVI, a los obispos, a los sacerdotes y a la Iglesia católica.
La causa aparente parece centrarse en los casos de pederastia dentro del seno de la Iglesia. A este respecto, indudablemente ha sido admirable la actitud del Romano Pontífice. Por ejemplo, en su Carta Pastoral a los Católicos de Irlanda me llamó la atención su tono enérgico, lleno de fortaleza y firme decisión de resolver de fondo esta cuestión.
El juicio sobre algunos comportamientos del Padre Marcial Maciel, lo ha hecho ya el Señor Juez, mismo que nos juzgará a todos: a Él se lo dejo. A mí toca, según el lugar que ocupo en la Iglesia, ayudar para que las consecuencias de los mismos, sólo influyan positivamente en la labor por el Reino de Cristo.
Lo que sigue, lo he leído, interpretado y a veces transcrito del comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede hecho público el 1 de mayo de 2010.
Parece que a los periodistas, siempre ávidos de noticias escandalosas, no les gustó lo que el Papa y los visitadores apostólicos dijeron en el comunicado oficial de la Santa Sede con respecto a las conclusiones de la visita apostólica a la Legión de Cristo.
En cualquier empresa, los errores se pagan caros, incluso con la cárcel. Si a un empleado le descubren robando en su oficina, no sólo le ponen de patitas en la calle y le denuncian, sino que su nombre se borra de la historia de la compañía, como si nunca hubiera existido.