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Church Forum

Mensaje en la Epifanía. La historia del cuarto Rey Mago.

1)Para saber

Con motivo de la fiesta de la Epifanía del Señor, el Papa Benedicto XVI nos muestra como maestros de humildad a los Magos que fueron a adorar a Jesús. Recordó el Papa que esa visita ya había sido predicha por el profeta Isaías cuando afirmó, siglos antes, que vendrían los reyes de las naciones para inclinarse ante él, y desde todos los confines de la tierra para depositar a sus pies sus tesoros más preciosos. Con la visita del Magos se cumple la profecía.

Esa luz ya no puede ser ignorada

Se ha dado a conocer que en el pasado año 2009 más de dos millones de personas participaron en las audiencias, en la celebración del Ángelus dominical o en las acciones litúrgicas presididas por el Papa Benedicto XVI en el Vaticano o en Castelgandolfo, sin contar sus encuentros con un gran número de fieles durante sus visitas pastorales en Italia y los viajes apostólicos a otros países.

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María en la liturgia

¿Cuál es el puesto de María en la liturgia actual de la Iglesia?

Para esta cuestión ha sido determinante la exhortación de Pablo VI titulada “Marialis cultus” (El culto mariano) del 1974.

(1) María (dice pablo VI) es una síntesis perfecta de las actitudes litúrgicas, que debemos cultivar.

• La liturgia es oración, María es la Virgen orante que abre su espíritu en expresión de glorificación a Dios, de humildad, de fe, de esperanza en el Magnificat.

María en Belén

Ahora la escena es Belén. ¿Cómo nos presenta Lucas a María en Belén?

María estaba verdaderamente en cinta. Llevaba en su vientre al Hijo de Dios. Pesaba Dios en su seno. El infinito encerrado en el seno de una mujer.

Y como toda mujer, María sintió los síntomas de que ese hijo suyo e hijo de Dios quería ya salir al mundo. Pujaba por salir. María, fue el canal por donde Dios entró a nuestro mundo, a nuestra historia.

María de Betania siguió a Cristo por amor.

Jn 12, 1-11

Reflexionaremos en el gesto que tiene María de Betania con Jesucristo nuestro Señor cuando ella unge a Jesús, según narra San Juan. Este Evangelio, en el que María realiza la unción de Jesús, nos habla de una mujer que ha puesto totalmente, sin reticencias de ningún tipo y con mucha firmeza, su corazón en Jesucristo. Lo que la lleva a dar testimonio público de agradecimiento para nuestro Señor.

Madre, no he sabido ser un buen hijo.

Nos hablaron de María en el sermón de la Iglesia: Bajaste los ojos tristes. ¡Qué Madre tan grande, tan maravillosa; Madre Purísima, Santísima, tan desperdiciada!

No has sabido ser buen hijo; ¡qué lejos de serlo! Has vivido a tu cuenta y riesgo la dureza de la orfandad; pero Ella sigue siendo tan buena madre como siempre: por Ella has logrado grandes cosas, sin merecerlo, sin saberlo, incluso, y sin haberlo agradecido.

Madre, en la difícil aventura de la vida.

Toda la naturaleza se ha vestido de colores y el sol brilla en todo su esplendor como deseando agasajar a María, quisiera hacerme partícipe de esta celebración dejándoles a través de estas letras unos pensamientos que les ayuden a amar y a querer más íntimamente a María, a esa Mujer excepcional que Dios nos ha regalado para que sea nuestra abogada, intercesora, compañera, guía y, sobre todo, Madre en la difícil aventura de nuestra vida.

M e d i t a c i ó n

Mensaje al inicio del año. Un llamado contra la pobreza.

1) Para saber

Como es tradicional, el santo Padre ha vuelto a dirigir un mensaje a todo el mundo el primero de enero. Es un mensaje por la paz. Y ha querido referirse al problema de la pobreza, la cual provoca una pérdida la paz.

“Es verdad, dice el Papa, que cualquier forma de pobreza no asumida libremente tiene su raíz en la falta de respeto por la dignidad trascendente de la persona humana. Cuando no se considera al hombre en su vocación integral…, se desencadenan también dinámicas perversas de pobreza”.

Madre enséñame a orar contigo y como Tú lo hacías

Como la gallina a sus pollitos estabas con aquellos apóstoles asustados, infundiéndoles la fortaleza y el valor de una Madre. Les enseñaste a rezar, como Jesús les había enseñado, pues Tú eras una maestra insigne. Única. Bajo tu ejemplo ellos aprendieron a gustar la oración, a hacerlo de manera semejante a como Tú lo hacías. “Nosotros nos dedicaremos a la oración y a la predicación” diría más adelante Pedro a la comunidad de forma contundente.