Ahora la escena es Belén. ¿Cómo nos presenta Lucas a María en Belén?
María estaba verdaderamente en cinta. Llevaba en su vientre al Hijo de Dios. Pesaba Dios en su seno. El infinito encerrado en el seno de una mujer.
Y como toda mujer, María sintió los síntomas de que ese hijo suyo e hijo de Dios quería ya salir al mundo. Pujaba por salir. María, fue el canal por donde Dios entró a nuestro mundo, a nuestra historia.
José y María buscaron albergue para que Jesús naciera. No lo encontraron. María, firme en su fe. Segura en su esperanza. Delicada en su amor, miraba a José y le animaba y sostenía. Como no hubo lugar, María dio a luz a su hijo en una cueva, y lo puso en un pesebre y lo envolvió en pañales. ¡Cuánto amor puso en todo!
María en Belén, es la Virgen Madre, que aprieta en sus brazos a su hijo que es también hijo de Dios. María en Belén es la Virgen Madre que amamanta a su Hijo con sus pechos. María en Belén es la Virgen Madre que arropa a su Hijo con cuidado solicito. María en Belén es la Virgen Madre que cubre de besos al recién nacido Hijo de Dios e Hijo suyo.
María es Belén es la Virgen contemplativa que pasa largas horas contemplando la carita rosada y tierna del Niño Jesús, y de esa contemplación Ella también se nutre.
María en Belén es la Virgen generosa y desprendida que ofrece a su Hijo a los pastores, primero, y a los reyes magos, después, porque sabe que no es posesión suya ese Hijo.
María en Belén estaba en la casa del pan... y con su Hijo que se convertiría después en el Pan de Vida.