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En días recientes, México y Cuba han vivido unos episodios sociales que aparentemente no tienen conexión. En isla caribeña fueron liberados algunos presos políticos, mientras que en nuestro País la Suprema Corte avaló la constitucionalidad de la llamada “adopción gay”. Sin embargo, entre ellos hay una raíz, ¿cuál es?
La Suprema Corte de Justicia de la Nación anunció que mañana lunes se reunirá para decidir sobre la constitucionalidad de la adopción por parte de los llamados “matrimonios gays”. Se trata de una cuestión meramente técnico-jurídica, pues los Ministros no votarán si ese tipo de adopción es buena o no, sino sólo se pronunciarán sobre si la norma promulgada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal es conforme o en contra de la Carta Magna. Pero esta decisión técnica no implica que la “adopción gay” sea correcta.
La Santa Sede publicó recientemente (15.VII.2010) la nueva normativa judicial sobre los llamados “delitos más graves”, entre los cuales están la pederastia y la ordenación de mujeres. Inmediatamente Erin Saiz Hanna, directora ejecutiva de la Conferencia para la Ordenación de mujeres protestó: no son equiparables una el abuso de menores con la promoción sacerdotal de la mujer. Pero ¿el Vaticano realmente los equipara?
Seguimos viendo en los noticieros las secuelas del huracán “Alex”, que ha dejado un rastro de desastre. En Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, ciudades grandes y pequeñas se inundaron, varias personas perdieron la vida, carreteras y puentes destruidos, miles de millones de pesos en pérdidas de infraestructura. ¿Qué ha quedado en pie?
En estos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discutirá el proyecto de sentencia sobre la constitucionalidad del matrimonio homosexual. El borrador del Ministro Sergio Valls habla de aprobar este tipo de uniones, de modo que sería una ley válida para toda la República. Con esta nueva legislación, ¿se pondrá México a la vanguardia en derechos humanos?
El santoral pertenece a nuestra cultura. Ya sea por devoción, ya sea por costumbre, nos referimos a los santos y les pedimos milagros. Pero quizá pocos son los que saben quiénes son y qué hacen los santos.
Los santos de la Iglesia Católica no son dioses ni seres mitológicos. Son seres humanos que recibieron el bautismo, y fueron ejemplares en el seguimiento espiritual de Jesús, de modo que lograron que sus propias vidas se configuraran con la vida y las enseñanzas de Jesucristo, porque la santidad consiste en parecerse espiritualmente a Cristo.
Benedicto XVI, a pesar de su frágil figura y su escasasalud, suele viajar al ojo del huracán. Ahora peregrinó a Chipre (4-6 junio),tierra de musulmanes y ortodoxos. En la víspera, el Presidente de laConferencia Episcopal de Turquía fue asesinado por su chofer, que “tuvo unarevelación divina” que le indicaba matarlo. Y a su llegada, un pancarta decía:“La Isla ortodoxa no le da la bienvenida al Papa”. ¿Qué busca el Santo Padre enun lugar minoritariamente cristiano?
Durante la conferencia de prensa en pleno vuelo a Lisboa, Benedicto XVI habló de la mayor persecución a la Iglesia.
Benedicto XVI realizó en Portugal su 15º viaje pastoral fuera de Italia. Después de cada una de las visitas apostólicas de este Papa a los diversos países, la imagen del Pontífice ha quedado reforzada. Entre los nubarrones de la crisis mediática de la Iglesia, provocada por los escándalos de abusos por parte de sacerdotes, ahora “conquistó” a … los propios periodistas.
Hace cinco años, contemplaba emocionado la Misa del Solemne Inicio del Pontificado de Benedicto XVI. Era de madrugada en el tiempo de nuestro País. Salió el sol y, en el ejemplar del periódico "a.m." de esa mañana, pude contemplar impreso un artículo mío sobre el sobre el recién elegido Pontífice. Que lejos estaba de pensar que cinco años después, el Papa Ratzinger iba a estar en el ojo del huracán.
Con motivo de los escándalos de pederastia por parte de algunos clérigos en Estados Unidos y Alemania, una activista de izquierda afirmó que la legitimidad de la Iglesia como garante de la educación de los más pequeños se ha visto minada. Duras palabras, pero ¿qué hay en el fondo de esta tendenciosa afirmación?