Padre Miguel Rivilla San Martín
Roma acaba de publicar un llamativo documento sobre el tema global de la prostitución. El contenido del mismo, bastante controvertido y su orientación, bastante novedosa. El culpabilizar a los clientes, no deja de ser un punto de lo más original, así como que son “individuos frustrados que sufren la pérdida de poder y masculinidad con su dominio total de la mujer”. Necesita ciertamente aclaración.
Innumerables son los enigmas que los humanos encontramos en los sucesos personales, familiares, nacionales y globales de nuestra existencia. Nadie en absoluto puede presumir de tener la clave del sentido de la vida y sus eventos. De ahí el desconcierto que nos invade.
Si hay un tema que los curas en general, hoy día, en su predicación y catequesis, suelen pasar por él como por ascuas-¡valga la expresión¡- éste es el tema del infierno. *A los niños, para no asustarlos y traumatizarlos, no se les habla apenas de él , con especiosas razones. Se aconseja a los catequistas y padres que les hablen de otros temas más placenteros. *A los jóvenes-los pocos que todavía se acercan por la Iglesia- ni se les expone el tema.. Están curados de espantos. Eso del infierno, de Satán, de diablos..
Todos los que ejercen algún poder terrenal tienden a endiosarse. No desean oír más palabras que la adulación y la lisonja. Se creen, en su desvarío, por encima del bien y del mal. Desde que el mundo es mundo, así ha sido y así es. Hoy, con los medios amigos, o la mordaza a la oposición, buscan la justificación de su proceder totalitario. Pero olvidan que, muy por encima de ellos, hay otra Palabra que les está juzgando inapelablemente. Es la Palabra de Dios que desconocen y que les irrita grandemente, si casualmente llega a sus oídos.
Aborto=Defraudar a Dios
En cada niño que viene a este mundo, Dios renueva su confianza y amor a la humanidad obcecada por el mal y el pecado. El mayor don que Dios da a una familia son los hijos. La frase del salmista lo expresa claramente:”La herencia de Dios son los hijos; su salario, el fruto del vientre”.
Gran libertad de espíritu y no poca valentía se necesitan, para al escribir en un medio público, manifestar opiniones personales, políticamente incorrectas, o que van contra el pensamiento único, que imponen ciertos grupos o lobys de gran influencia mediática.
La periodista Marta Robles , colaboradora de La Razón, en su habitual columna ( 4/11/ ) al comentar la abstinencia personal que propone Bush a los americanos como mejor medio de verse libres del sida, aprovecha para arremeter contra la Iglesia católica en estos términos:”La Iglesia rechaza las relaciones sexuales fuera del matrimonio, se tenga la edad que se tenga, e impone que los separados jamás las vuelvan a tener…Que lo diga la Iglesia, hasta a los católicos convencidos, pero incapaces de cumplir todas sus normas nos parece una aberración, porque ate
Muy oportuno, valiente y necesario, el documento “Redemptionis Sacramentum”, emanado de Roma, sobre los abusos introducidos en la liturgia católica en la celebración de los sacramentos y en especial de la Eucaristía.
La pastoral emanada por la CEE la semana pasada, ha constituido uno de losaciertos más destacados del episcopado español. En un lenguaje llano, no críptico ni teológico, han abordado, en unos 83 puntos, la realidad que vivimos con sus luces y sombras. Casi todo lo que ocupa y preocupa a la mayoría de los españoles.
No se han andado por las ramas. Se han mojado como se esperaba y han dado, fieles a su deber de pastores y maestros, las orientaciones morales pertinentes, válidas no sólo para los católicos, sino para todos en general.
La pastoral emanada por la CEE la semana pasada, ha constituido uno de losaciertos más destacados del episcopado español. En un lenguaje llano, no críptico ni teológico, han abordado, en unos 83 puntos, la realidad que vivimos con sus luces y sombras. Casi todo lo que ocupa y preocupa a la mayoría de los españoles.
No se han andado por las ramas. Se han mojado como se esperaba y han dado, fieles a su deber de pastores y maestros, las orientaciones morales pertinentes, válidas no sólo para los católicos, sino para todos en general.