Innumerables son los enigmas que los humanos encontramos en los sucesos personales, familiares, nacionales y globales de nuestra existencia. Nadie en absoluto puede presumir de tener la clave del sentido de la vida y sus eventos. De ahí el desconcierto que nos invade.
Nos pasa como a quien contempla cercano un tapiz por detrás .No ve sino una maraña de hilos que se cruzan y entrecruzan de un lado a otro, de arriba abajo. Es deprimente. Nada tiene sentido, todo parece negro, oscuro y absurdo, hasta que... ¡se da la vuelta y contempla el tapiz por delante¡.Entonces sí. Ve con alegría que cada hilo formaba parte de un conjunto que él desconocía. La diversa tonalidad de los colores tenían una finalidad y las luces y sombras forman parte maravillosa del conjunto. Todo tiene sentido. Todo estaba en la mente del autor del tapiz que solo él conocía.
Ahora todos estamos viendo el tapiz de la vida por detrás. No sabemos nadie el por qué ni el para qué de tantos hilos.-acontecimientos personales, familiares o globales -que suceden.
Nos falta ver por delante- ¡un día lo veremos¡-el tapiz de la gran y pequeña historia humana por delante y entonces veremos, con asombro y alegría, que todo tenía sentido. Tendremos respuesta exacta a tantos porqués como ahora nos inquietan y desazonan.
Es cuestión de tiempo, de fe y de esperanza en el poder y bondad de Dios, que es capaz de escribir derecho con renglones torcidos.