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La sinceridad de vida

¿Qué es la sinceridad? Viene de sin-cera, es decir, sin doblez. Consiste en decir toda la verdad. El remedio para todas las enfermedades espirituales, y para asegurar la fidelidad, es la sinceridad con Dios, con nosotros mismos y con los que nos dirigen. Si nos dejamos llevar por la desgana o la flojera, acabaremos en la oscuridad de nuestras debilidades.

La tarea de los laicos

Cuando se habla de la misión de la Iglesia, se corre el riesgo de pensar que es algo que corresponde a quienes hablan desde el altar. Pero la misión que Cristo encomienda a sus discípulos ha de ser llevada a cumplimiento por todos los bautizados. Todo cristiano es asimilado –hecho similar- a Cristo por el Bautismo; es deber de todos los bautizados colaborar en la transmisión a los hombres de todos los tiempos de la palabra predicada por Jesús.  

La urbanidad

Goethe dice:”No hay ningún signo externo de cortesía que no tenga una profunda razón de ser moral”. Por desgracia, en la actualidad se ha difundido un equívoco que identifica la naturalidad y la autenticidad con el desprecio de las formas sociales. Así se dice que cada uno ha de manifestarse como es, sin dejarse uniformar por normas de urbanidad, corrección en el modo de vestir, de hablar, de comportarse en la mesa, etc., que serían reglas artificiales o postizas.  

La verdad del amor

La verdad del amor está en la unidad. Estoy unido a lo que amo. Amar es formar uno con el amado. Esto implica sacrificio, pero este sacrificio no es vivido como tal, pues todo lo que se ama es también de uno mismo.

La verdadera Revolución Sexual

La Revolución Sexual ha fracasado, ¿quién guía ahora la revolución de la sexualidad?
Si hacemos una visión retrospectiva desde la llamada revolución sexual de los años sesenta, hasta nuestros días, veremos que este hecho histórico que produjo tantos cambios trajo consigo más represión y manipulación que liberación de la sexualidad, ya que ésta se ha centrado más que nunca en la búsqueda del placer sexual genitalizado.

La virtud de la pureza

Patrick Fagan, de Estados Unidos, dijo recientemente en el Encuentro Internacional sobre afectividad (mayo 2006): “El que un adolescente sea casto es absolutamente esencial para su felicidad”. Y es que hay que tener presente que “existe un vínculo entre la pureza del corazón, la del cuerpo y la de la fe” (CEC 2518).  

La "revolución" del Opus Dei

Yo conocí a los 18 años. Mi padre me preguntó:
-“¿Qué es el Opus Dei?”.
- “Se trata de ser santos en medio del mundo, a través de tu trabajo ordinario”, le contesté.
-¿Y qué se necesita para ser santos?
-Querer vivir las virtudes humanas y la fe.
Y a partir de entonces, cuando le preguntaban:
-¿A dónde está tu hija?
-Se fue con los santos, contestaba.

La alegría de la vida limpia

A veces nos asombra el crecimiento de corrupción a nivel de gobernantes y a nivel del pueblo. Y es que existe una estrecha relación entre la vida casta y la honestidad. Como abunda la pornografía y el libertinaje, eso se refleja enseguida en la falta de ética en los demás campos. La castidad es una virtud que nos afecta a todos. El cuerpo es algo bueno y ha de emplearse según la recta razón, esto es, ha de quedar bajo el dominio de la inteligencia. No tengo el cuerpo en uso, yo mismo soy mi cuerpo.