El Señor es...
El Señor es
El señor es Luz en las tinieblas,
es agua en el desierto,
abrigo en la intemperie,
da de comer al hambriento.
Quien cree en El gozará de Vida Eterna.
Amén.
El señor es Luz en las tinieblas,
es agua en el desierto,
abrigo en la intemperie,
da de comer al hambriento.
Quien cree en El gozará de Vida Eterna.
Amén.
Dios mío, estoy contento porque Tú me amas,
no obstante mi indignidad.
Dios mío, estoy contento porque te amo,
no obstante mi miseria.
Dios mío, estoy contento porque puedo alguna vez,
no obstante mi nada, hacer que te amen.
Dios mío, estoy contento porque puedo sufrir
algo por tu amor.
Dios mío,
creo en ti,
espero en ti,
te amo sobre todas las cosas
con toda mi alma,
con todo mi corazón,
con todas mis fuerzas;
te amo porque eres infinitamente bueno
y porque eres digno de ser amado;
y, porque te amo, me pesa de todo corazón haberte ofendido:
ten misericordia de mí, pecador.
Amén.
Señor, ayúdame a ser un cristiano tan consciente,
que me dé cuenta de mis propias limitaciones;
tan valiente, que no me hunda
ante las inevitables dificultades de la vida;
y tan humilde que llegue a descubrir que sin Ti
Dios, esposo fiel,
si en este mundo hay un puñado de amor
y si entre los hombres es posible una cierta comunión,
es obra y promesa tuya.
Te rogamos que,
como esposa y esposo, como amigo y como prójimo
Dios es Amor, don de vida
misericordia y comprensión total
eres Gloria eterna,
consuelo de tristeza
liberación del alma.
Señor quiero honrarte,
cantar alabanzas a tu Nombre
hoy quiero decirte,
aquí me tienes Señor
quédate conmigo hoy y por siempre.
Amén .
Dios mío, Tú eres todo ternura para mí.
Te lo pido por tu Hijo amado:
dame la gracia de llenarme de misericordia
y de amar todo lo que Tú me inspires.
Dame la gracia de compadecerme
de quienes viven en la aflicción
y de correr en ayuda
de los que pasan necesidad.
Dame la gracia de aliviar a los desgraciados,
de prestar asilo a los que no lo tienen,
de consolar a los que sufren,
de animar a los deprimidos.
Señor de la misericordia,
nuestros corazones
llevan el peso de los sufrimientos
de todos los tiempos,
de las cruzadas, de los holocaustos
de miles y miles de años.
Hacia ti levantamos nuestras manos.
TENEMOS SED DE TI
EN UNA TIERRA SEDIENTA.
Oh, Señor, que nos amas
como un padre,
que nos cuidas como una madre
que quisiste compartir
nuestra vida como un hermano.
Confesamos nuestro fracaso
en vivir como hijos tuyos,
como hermanos y hermanas
Con tu poder Dios mío
has cambiado todo mi ser
desde hoy vives en mí.
Siempre me das consuelo
alientas mi vida.
Porque sin Ti nada soy
dejo en mí, hacer tu voluntad Señor.
Amén.
Obtenido: Centro de difusión del Movimiento Mariano, Argentina
Señor:
Que será en Tu presencia cuando rinda mis cuentas,
de las horas vividas, horas desiertas.
Tu, Creador de los mundos, de la luz de los días,
yo sin nada en las manos.....con las manos vacías.