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Santa

Semana… ¿santa?

 

Cómo han cambiado los tiempos! Se les oye decir con frecuencia a las personas de la tercera edad. Bueno, eso de: “con frecuencia” es en el caso de que alguien platique con un viejito. Cosa rara por cierto, pues ahora los únicos que platican con ellos son otros viejitos. “En mis tiempos –suelen comentar- en Semana Santa no se iba a la playa, ni a bailes, ni se oía música...”.

Santa Catalina de Génova

Catalina nació en Génova en la primavera de 1447, de la noble familia Fieschi. Era hija de Jaime Fiesco y nieta de Roberto, hermano del Papa Inocencio IV. Tenía tres hermanos y una hermana mayor, que se llamaba Simbania. El nombre de Catalina le fue dado en honor de Catalina de Siena y de Catalina de Alejandría.

Trivialización de la Santa Misa

Si algo grande, sublime y valioso ha habido en la Iglesia, considerado por todos los fieles, a lo largo de los siglos, en todos los tiempos y lugares del mundo, como un verdadero tesoro de infinito valor, este ha sido, sin duda alguna, el santo sacrificio de la misa, la sagrada eucaristía o el, así denominado, misterio pascual.

La Santa Misa y la Virgen María

En este año dedicado a la Eucaristía podemos considerar un aspecto particular del Misa: su relación con la Virgen María. La presencia de la Virgen en nuestra vida puede alcanzar su momento culminante en el sacrificio del Altar. Cada día, al bajar Cristo a las manos del sacerdote, se renueva su presencia real entre nosotros con su Cuerpo, con su Sangre, con su Alma y con su Divinidad: El mismo Cuerpo y la misma Sangre que tomó de las entrañas de María. Santa María siempre acompaño a Jesús en un silencioso recato por la tierra de Palestina.

El secreto de Tierra Santa

Por su geografía y cultura, es punto de encuentro de las antiguas civilizaciones de Egipto y Mesopotàmia, ese pequeño país de paso fue conquistado y dominado por los persas, griegos, romanos, imperio Otomano, Bizancio, los cruzados, los turcos... Edificado y destruido muchas veces, es una tierra en continua construcción. El secreto de esta Tierra santa es que ahí estuvo Jesús, y por ello ahí está el eterno conflicto (dice Covadonga O’Shea en su libro “Un viaje a Tierra Santa”). Ahí están los Santos Lugares, en medio de un cúmulo de riqueza arqueológica, antropológica y religiosa.