Algunos medios desafectos a lo eclesial pusieron el grito en el cielo, al hacerse públicos algunos casos de curas pedófilos en Boston y en algunas parroquias de EE.UU.
Arremetieron inmisericordes contra la Iglesia y los obispos por permitir tales abusos. Fue el gran Papa Juan Pablo II, el que llamó a Roma a los jerarcas salpicados por este afaire, quien con toda su autoridad
El obispo de Mondoñedo, monseñor Gea, es uno de los pastores valientes y coherentes. No es de aquellos “perros mudos” que son fustigados por la Biblia, por no alertar y defender a sus ovejas de la presencia del lobo.
Sin pelos en la lengua y como es su deber pastoral, ha recordado por Radio Gallega la enseñanza de la Iglesia católica; a saber, que “quienes voten las bodas gays no podrán comulgar sin confesar”. Al pan, pan y al vino, vino.
Algunos medios desafectos a lo eclesial pusieron el grito en el cielo, al hacerse públicos algunos casos de curas pedófilos en Boston y en algunas parroquias de EE.UU.
Arremetieron inmisericordes contra la Iglesia y los obispos por permitir tales abusos. Fue el gran Papa Juan Pablo II, el que llamó a Roma a los jerarcas salpicados por este afaire, quien con toda su autoridad
Exagerada, inútil e incomprensible la reacción del colectivo gay frente al pronunciamiento oficial de los obispos españoles respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo. El acusar a la Iglesia de perpetrar un delito de homofobia por ser fiel a su enseñanza de siempre, indica entre otras cosas, la ignorancia, tergiversación y hasta la intolerancia de las que hacen gala dicho colectivo homosexual.
Exagerada, inútil e incomprensible la reacción del colectivo gay frente al pronunciamiento oficial de los obispos españoles respecto al matrimonio entre personas del mismo sexo. El acusar a la Iglesia de perpetrar un delito de homofobia por ser fiel a su enseñanza de siempre, indica entre otras cosas, la ignorancia, tergiversación y hasta la intolerancia de las que hacen gala dicho colectivo homosexual.
El obispo de Mondoñedo, monseñor Gea, es uno de los pastores valientes y coherentes. No es de aquellos “perros mudos” que son fustigados por la Biblia, por no alertar y defender a sus ovejas de la presencia del lobo.
Sin pelos en la lengua y como es su deber pastoral, ha recordado por Radio Gallega la enseñanza de la Iglesia católica; a saber, que “quienes voten las bodas gays no podrán comulgar sin confesar”. Al pan, pan y al vino, vino.
He leído una carta con aire requisitorio para con la Iglesia católica, en la que abierta y públicamente se preguntaba: “¿Qué hace la Iglesia con sus fieles homosexuales?.” Su autor, señor Mendiluces , con un desconocimiento evidente del proceder de la Iglesia, inquiría con dureza, no exenta de intencionalidad, si acaso condenaba a sus fieles gays a la hoguera, a los hornos crematorios o a señalarlos con el dedo.
Una mentira repetida muchísimas veces acaba teniéndose por verdad.
Ésta parece ser la táctica que usa la Plataforma gay. Repiten hasta la saciedad que la sociedad está por la equiparación e igualdad de los derechos matrimoniales de las parejas gays como los demás matrimonios. Es una falacia.La sociedad está por la igualdad de los derechos civiles de los homosexuales. NO POR LA IGUALDAD JURÍDICA DEL MATRIMONIO con las uniones homosexuales. Si tan seguros están de sus aseveraciones que pidan un
Queda bien patente la estrategia del colectivo gay respecto a la Iglesia católica para que ésta ceda a sus pretensiones. Divide y vencerás o la táctica del aplauso y de la reprobación a dos eminentes jerarcas españoles.