Queda bien patente la estrategia del colectivo gay respecto a la Iglesia católica para que ésta ceda a sus pretensiones. Divide y vencerás o la táctica del aplauso y de la reprobación a dos eminentes jerarcas españoles.
Nadie, absolutamente nadie se ha opuesto dentro de la jerarquía española, a que sean reconocidos los derechos civiles de las uniones homosexuales. No así su pretensión a ser equiparados al matrimonio y a la adopción de niños. En esto, siempre ha existido idéntica unanimidad de criterio entre todos los obispos. Pues bien, para confundir a la opinión pública propalan que monseñor Amigo, está a su favor –cosa aclarada y desmentida públicamente- y le otorgan en reconocimiento el Premio Gay, mientras a Rouco le tachan de todo lo peor, amenazando con presiones de todo tipo..
Deberían saber- o quizás no lo ignoren- que en cuestión de principios, todos los obispos están en plena comunión con el Vicario de Cristo, el Papa, y con la doctrina del catecismo de la Iglesia Católica.