“Internet y Jesucristo”
Es tarea de los católicos –y los cristianos en general- conseguir que Jesucristo no sea un extraño en la red. Todo bautizado tiene el deber y el derecho de anunciar el evangelio al hombre ahí donde se encuentra y debe esforzarse por hacerlo en un lenguaje que sea a la vez relevante y comprensible para el destinatario. Por ello la Iglesia nos anima a todos los fieles a no ausentarnos de los medios de comunicación, del ciberespacio, de la red, que es en gran medida donde actualmente se libra la batalla por el alma del mundo.