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ecología

Bebés, la plaga humana.

Así aparece la portada de la revista Quo donde la foto de un bebé multiplicada sobre lo que parece un desierto se titula como la plaga humana, siete mil millones de depredadores reza uno de los títulos que domina la portada, en el interior nos dice que Les Knight, un hombre que vive en Portland Oregon a fundado una agrupación o movimiento por la extinción humana voluntaria, que consiste en promover entre las personas que eviten tener hijos para que así poco a poco vaya despareciendo la raza humana.

Ecología del Hombre

Ya que la fe en el Creador es una parte esencial del Credo cristiano, la Iglesia no puede y no debe limitarse a trasmitir a sus fieles solamente el mensaje de la salvación. Ella tiene una responsabilidad por lo creado y debe hacer valer esta responsabilidad también en público. Y haciéndolo debe defender no sólo la tierra, el agua y el aire, como dones de la creación para todos. Debe proteger también al hombre contra la destrucción de sí mismo. Es necesario que haya algo como una ecología del hombre, entendida en el sentido justo.

Caminos de desierto

Recuerdo una novela de Marlo Morlan, “Las voces del desierto”, que narra de un viaje por el interior de Australia, junto a una tribu de aborígenes. Al inicio del viaje, la protagonista es invitada a ponerse ropa adecuada, y ve con horror como todas sus pertenencias son echadas al fuego. No llevan un “camión almacén” con provisiones, no necesita nada: “Sólo cuando se haya talado el último árbol, sólo cuando se haya envenenado el último río, sólo cuando se haya pescado el último pez; sólo entonces descubrirás que el dinero no es comestible”.

Fecundación in vitro y ecología

 

¿Qué pasaría si en vez de abocar a las parejas infértiles al engaño de la fecundación in vitro decidiéramos volvernos más ecológicos y atacáramos las causas que provocan la infertilidad? 

¿Qué tal si en vez de resignarnos a aceptar un mal (mayor) buscáramos las causas que provocan la infertilidad y dedicáramos esfuerzos a combatirlas, en lugar de ofrecer una solución tan poco eficiente como la FIV? Que como técnica, deja bastante que desear con una tasa de efectividad de tan sólo un 9%...

Avatar

El cine, que empezó siendo un espectáculo de barraca de feria, parece haberse adentrado en un proceso regresivo que lo devuelve a sus orígenes; esto, al menos, es lo que intuimos tras asistir a una proyección -¡en 3-D!- de Avatar, la fastuosa película dirigida por James Cameron.

El “Papa verde”

Un hecho muy sonado en 2009 fue el fracaso de la Cumbre de Copenhague sobre el medio ambiente, organizada por las Naciones Unidas. Los países ahí reunidos no fueron capaces de aportar una solución viable a los problemas ecológicos mundiales, como el calentamiento global. En cambio, Benedicto XVI recibió el apelativo de “Papa verde” por parte de los medios de comunicación. ¿Cuál es la revolución ecológica del Pontífice?

Ecología integral

La ecología ha sido un tema abordado con insistencia por el Magisterio reciente de la Iglesia y la última encíclica social de Benedicto XVI no podía ser la excepción. La ecología en efecto hace referencia a los comportamientos humanos y su repercusión en la sociedad y en el medio ambiente, una exposición de la doctrina social de la Iglesia que la ignorara sería, por fuerza, incompleta.

Tres ecologías diferentes

La ecología parece ser una ciencia reciente, pero no lo es. En mayor o menor medida los hombres del pasado se han preocupado por el ambiente: por la limpieza de los ríos, por la belleza de los bosques, por la abundancia de los animales y de los peces. Muchas veces han pensado cómo adornar las ciudades, cómo levantar nuevos parques, cómo conocer más y mejor los misterios de la vida.

Por una ecología más humana

“La defensa del ambiente es una exigencia casi universal. Ante la contaminación del aire o de los ríos, ante la desaparición de especies de animales y plantas, ante las amenazas de cambios climáticos ocasionados por el hombre, hace falta una mobilización general para conseguir un mundo más sano, más respetado, más hermoso.

Pero existe en no pocos ecologismos un grave peligro: la falta de fundamentos, o, peor aún, el aceptar fundamentos erróneos e inhumanos.