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secuestro

Ante la injusticia de los secuestros

El tiempo pasa. Un ser querido, desde hace días, meses, tal vez años, sigue secuestrado.

 

Se lo llevaron rápido, un día no esperado. Los padres, la esposa o el esposo, tal vez los hijos, lloran por su ausencia. Un hombre que era libre está ahora en otras manos, vive en la angustia y el dolor de su prisión forzada, sufre por la lejanía de los suyos.