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verdad

Lo que importa de verdad

El hombre actual, en su corta vida, se agita febrilmente en la búsqueda de mil cosas que le entretienen, distraen y a veces le desvían de su meta esencial, que no es otra que el encuentro consigo mismo, con Dios y con los demás. Corre ansioso y dedica la mayor parte de su vida y de su tiempo en el logro compulsivo de la fama, del éxito, del placer efímero, del tener y poseer dinero, del encaramarse al poder y del triunfar como sea. Su horizonte vital y personal es más bien difuso, corto y achatado.

Lo que importa de verdad

El hombre actual, en su corta vida, se agita febrilmente en la búsqueda de mil cosas que le entretienen, distraen y a veces le desvían de su meta esencial, que no es otra que el encuentro consigo mismo, con Dios y con los demás. Corre ansioso y dedica la mayor parte de su vida y de su tiempo en el logro compulsivo de la fama, del éxito, del placer efímero, del tener y poseer dinero, del encaramarse al poder y del triunfar como sea. Su horizonte vital y personal es más bien difuso, corto y achatado.

La verdadera sabiduría

La mayoría de los humanos se afanan por las cosas materiales y caducas, olvidándose de las espirituales y eternas. Creen que el mucho saber y estudiar les hará más felices .Desconocen que la verdadera sabiduría es, ante todo, un don de Dios y de su Espíritu. El lo da a quien quiere y como quiere. Normalmente Dios se vuelca con los sencillos y humildes de corazón, que ponen en El su confianza.

 

El verdadero secreto de Fátima

El verdadero secreto de Fátima

Desde Colombia, alguien que firma como María Mercedes, está difundiendo no buenas noticias. Afirma que la Virgen en 1914 le dijo a Lucía, entre otras cosas, que antes del 2005 «un hombre en un puesto muy alto será asesinado y esto provocará la guerra, una armada muy poderosa caminará a través de Europa y la guerra nuclear empezará. Esta guerra destruirá todo».

Diálogo y posesión de la verdad

Hace falta aprender a dialogar. Porque el diálogo permite construir puentes desde los que dos o más personas pueden avanzar hacia el verdad.

Pero hay algunas condiciones sin las cuales no se da un verdadero diálogo, sino sucedáneos débiles y pobres del mismo. Ahora queremos fijarnos en una: la pretensión de poseer la verdad (o una parte de la misma).

Iglesia y posesión de la verdad

Diversos autores atacan decididamente a los católicos porque “pretenden poseer la verdad”, porque piensan que los demás están equivocados. Tales críticas tienen distintos orígenes y variantes. Vamos a fijarnos ahora en dos principios o ideas que suelen sostener estas críticas.

La primera consiste en suponer lo siguiente: quienes creen poseer la verdad están incapacitados para el diálogo, porque es imposible dialogar si uno de los interlocutores cree poseer la verdad y piensa que el otro está equivocado.

Hombre verdadero

Hombre verdadero

Yo no se que está pasando,
parece quieren cambiarme
al hombre que llevo dentro
y que vive en cada gente.

Yo no se si ya no escucho,
o si es él quien me habla menos,
lo que siempre fue su canto
hoy presiento que es mi llanto.

Eres, Jesús, el carpintero,
el de alegrías y quebrantos
de pobres y afligidos,
de mi canto y el de tantos.
Jesús, amor, Padre, ternura,
Dios del pan, Dios del madero.
Señor de la esperanza,
eres el hombre que yo espero.

El hombre que yo conozco
no es de espuma y vanidades,
siempre es libre y verdadero;