Lo que importa de verdad
El hombre actual, en su corta vida, se agita febrilmente en la búsqueda de mil cosas que le entretienen, distraen y a veces le desvían de su meta esencial, que no es otra que el encuentro consigo mismo, con Dios y con los demás. Corre ansioso y dedica la mayor parte de su vida y de su tiempo en el logro compulsivo de la fama, del éxito, del placer efímero, del tener y poseer dinero, del encaramarse al poder y del triunfar como sea. Su horizonte vital y personal es más bien difuso, corto y achatado.