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Las apariencias y la realidad de las cosas

Las apariencias y la realidad de las cosas

El hombre actual vive de tal modo inmerso en lo material , que no le queda tiempo para plantearse , tan siquiera , las preguntas más trascendentales de su existencia : ¿qué es la vida ?, ¿qué hago en la vida ?, ¿qué hago con mi vida?. Las ocupaciones y preocupaciones principales, giran casi todas, alrededor de lo efímero, lo caduco, lo transitorio y lo banal .

Acontecer diario

Vivimos instalados en la vorágine de la información acelerada en casi todos los medios. Apenas nos queda tiempo para la reflexión personal y colectiva.

Los eventos cotidianos se suceden interrumpida y vertiginosamente Sin apenas darnos cuenta, nos vamos convirtiendo en seres superficiales, a quienes resbalan los hechos más crueles, impactantes y tremendos. Una tras otra, las noticias nos asaltan en cascada incontenible, sin dejar en nosotros la menor huella. Estamos ya curados de todos los espantos.

La muerte, esa realidad que hace pensar

El sentido de nuestra vida se muestra con toda su evidencia cuando aparece la muerte, “frente a la muerte el enigma de la condición humana alcanza su cumbre” (Catecismo, 1006): nuestra vocación se manifiesta ahí con toda su grandeza, en el momento que vamos al encuentro con Dios, si no hay una clara conciencia de para qué vivimos, ese trance se ve como un obstáculo para la realización personal, y es amargo hasta el infinito, pues todo se acaba.

Derechos humanos: ¿utopía o realidad?

Derechos humanos: ¿utopía o realidad?

La Declaración Universal de los Derechos Humanos llega en este año 2008 a su 60 aniversario.

Ello nos invita a iniciar un profundo examen de conciencia. ¿Qué ha sido llevado a cabo de cuanto, con tan buena voluntad, fue aprobado el 10 de diciembre de 1948? ¿Ha quedado en utopía un esfuerzo por promover la justicia universal? ¿O podemos decir que los derechos humanos han modificado positivamente el modo de vivir de los pueblos y de las personas?